jueves, 14 de julio de 2016

Acercamiento a la Coevolución.

COEVOLUCIÓN
Dr. Xavier A. López y de la Peña.
La evolución ha ido avanzando hacia la cumbre de la complejidad y, tanto si nos gusta como si no, la cumbre en estos momentos somos nosotros. De nosotros depende que la evolución continúe produciendo formas más complejas en el futuro. Podemos ayudar a hacer que este mundo sea un lugar más increíble que nunca o acelerar su retorno al polvo inorgánico.
Mihály Csikszentmiháilyi
La historia del pensamiento en torno a la evolución se remonta hasta la antigüedad en la que sobresalieron pensadores como Empédocles de Agrigento y Aristóteles de la corriente filosófica griega, a San Agustín en el Renacimiento y luego Kant, Geoffroy Saint-Hillarie y otros más por señalar solo unos cuantos en los tiempos recientes.
Sin embargo, la estructura conceptual moderna de la evolución asienta en el pensamiento del caballero de Lamarck , Juan Bautista Pedro Antonio de Monet que nació el 1o. de agosto de 1744 en Bazentin, Picardía, Francia y quien se dedicó a la carrera de las armas, al estudio de la medicina en la Universidad de Edimburgo, a la meteorología, a la física y química experimentales y por último a la botánica cuyo fruto fue la creación del método dicotómico para la clasificación de las plantas en su célebre obra de 1779 Flore française ou description succinte de toutes les plantes qui croissent naturellement en France, posteriormente el primer estudio sistematizado de los invertebrados en su monumental obra de siete volúmenes titulada Historie des animaux sans vertèbres publicado en París entre 1815 y 1822. Empero, la obra en la que postula la teoría de la evolución se da en su Philosophie zoologique de 1809.
Esta teoría ya la había referido desde 7 años atrás en su Lección inaugural con que iniciaba sus cursos de zoología, y que podría resumirse en los siguientes puntos, harto discutidos y ya históricos:
1) Los seres vivos y las partes que lo conforman siguen la tendencia a incrementar su tamaño continuamente, 2) la aparición de una nueva estructura corporal es una resultante lógica a una necesidad que ésta debe cubrir y a su vez es consecuencia de las condiciones del medio en donde se desarrolla el organismo. El organismo frente a las necesidades cambiantes de su medio, o se adapta y sobrevive, o muere, 3) una estructura orgánica se desarrollará en relación directamente proporcional a su uso, en caso contrario se atrofia y desaparece, 4) los cambios sufridos en el organismo como resultado de la presión externa se transmitirán a la descendencia
El 11 de enero de 1844 Charles Darwin, otro de los pilares de la teoría de la evolución escribía a Joseph Dalton Hooker su amigo naturalista, colega y crítico:
“Finalmente, algunos rayos de luz me han iluminado y estoy casi totalmente convencido (en contraste con mi punto de vista inicial) de que las especies no son (es como confesar un asesinato) inmutables. ¡El cielo me proteja del contrasentido de Lamarck de "una tendencia al progreso" o de "adaptaciones debido al tenue deseo de las especies", etc.! Aunque las conclusiones a que he llegado no son muy diferentes de las suyas, los mecanismos por lo que las especies cambian son totalmente distintos. Creo que he encontrado (¡qué presunción!) el sencillo mecanismo por el cual las especies adquieren exquisitas adaptaciones para varios fines. Probablemente ahora usted se queje y piense para sus adentros: "con qué tipo de persona he estado perdiendo el tiempo". Yo hubiese pensado lo mismo hace cinco años”.
Charles Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury, Inglaterra. También estudio algo de medicina en la Universidad de Edimburgo. Fracasó en su vocación eclesiástica y se hizo un naturalista autodidacta a partir de su incorporación a bordo del bergantín Beagle (durante 1831-1836) de 235 toneladas que, bajo las órdenes del capitán Fitz-Roy exploraría las costas de la Patagonia y Tierra del Fuego, las de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico y llevaría a cabo mediciones cronométricas diversas.
Su producción científica le merece un destacado sitial como zoólogo, botánico y paleontólogo al escribir (sólo por citar unos cuantos) una monografía sobre los cirripedios, observaciones sobre di y trimorfismo de algunos géneros de plantas, sobre la fecundación de las orquídeas a través de insectos, sobre los movimientos de las plantas trepadoras, sobre plantas insectívoras, sobre fecundación cruzada en vegetales, sobre el efecto de las lombrices en la formación de tierra vegetal, sus Observaciones geológicas de las islas volcánicas, las Observaciones geológicas de Sudamérica.
Sin embargo los científicos toman en cuenta las tesis transformista hasta que publica el 24 de noviembre 1859, con un tiraje de 1250 ejemplares a 15 chelines cada uno y que se agotaron el mismo día, su obra magna: On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life (Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural, la conservación de las razas en la lucha por la vida). El impacto que su obra produjo en la ciencia y la fe fue dramático y probablemente no haya sido evaluado en toda su magnitud hasta la fecha.
Darwin abrevó en las ideas de Tomás Roberto Malthus (1766-1834) plasmadas en su An Essay on the Principle of Population que le hicieron reflexionar y desarrollar su teoría de que la selección natural era el resultado de la lucha por la vida y el mayor mérito de su concepción evolutiva de la vida fue que incorporó a ella un apabullante cúmulo de información científica como fruto de su acción e investigación personales, contra las ideas evolutivas previas basadas en teorías básicamente.
Resumidamente Charles Darwin explicó el proceso evolutivo bajo 3 grandes rubros: 1) la selección natural, 2) la selección sexual y 3) la pangénesis. Esta última fue una teoría que desarrolló para explicarse la idea que le atormentaba sobre el cómo las variaciones adquiridas por los individuos se transmitían a la descendencia (desconocía por supuesto el trabajo del monje agustino Johan Gregor Mendel sobre la herencia). Esta pangénesis se sustentaba en que, así como la planta produce granos, así cada célula del organismo producía "gémulas" o pequeñísimas partículas materiales que representaban exactamente a las células madres y que se recreaban en la progenie.
Luego surgió el neodarwinismo como teoría explicativa de la evolución como corriente de pensamiento biológico que considera la evolución de las especies como resultado de un juego complejo de mutaciones y de recombinaciones genéticas en el acervo hereditario de los seres vivos. Entre ellos sobresalen el genetista de poblaciones Theodosius Dobzhansky con su libro La genética y el origen de las especies de 1937 y Ernst Mayr, zóologo y evolucionista con La sistemática y el origen de las especies que vio la luz editorial en 1942, y hoy se acumulan cada vez más evidencias en el sentido que los cambios genéticos ocurren independientes de los procesos de selección natural y se deben a mutaciones aleatorias, combinadas con efectos de deriva genética.
Ahora las cosa se comprende mejor con el surgimiento del concepto de coevolución, término sugerido a partir de los trabajos de Paul Ehrlich y Peter Raven en 1965 (Butterflies and plants: A study in coevolution’, Evolution, 18:586-608) para explicar cómo las mariposas de la superfamilia Papilionoidea (muchos ejemplos han surgido después) han evolucionado conjuntamente con plantas de diversas familias taxonómicas. Es decir, la coevolución se explica como la "evolución conjunta de dos o más taxa que tienen relaciones ecológicas estrechas, sin intercambio de genes, y cuyas presiones selectivas operan recíprocamente originando con esto que la evolución de cada taxón sea independiente del otro" [Ken Oyama, 1988].
Este enfoque parecería que se opone, desde luego, a la teoría neutral de la evolución molecular propuesta por el investigador Motoo. Kimura (1983) que se refiere a que la mayor parte de los cambios a nivel molecular se llevan a cabo por procesos de la deriva génica más que por procesos de selección natural y adaptación. Sin embargo, la mayoría de los biólogos evolutivos consideran que las dos teorías son compatibles En síntesis, la coevolución es un cambio evolutivo recíproco que ocurre en especies interactuantes y que está mediado por la selección natural, o dicho de otra forma (Janzen. 1980), es aquel proceso por el cual dos o más organismos ejercen presión de selección mutua y sincrónica (en tiempo geológico) que resulta en adaptaciones específicas recíprocas. Si no hay adaptación mutua, no puede hablarse de coevolución.
Los biólogos e investigadores Rodolfo Dirzo y John Thompson resumen el asunto de la coevolución diciendo que
“a partir de las ideas de la evolución de Darwin más las herramientas de la biología molecular y el estudio de ecosistemas poco alterados por la acción humana, permite aprovechar la perspectiva coevolutiva para entender mejor el curso de vida en el planeta y para hacer lo más posible por conservarla. Lo más posible implica -afirman estos autores-, conservar hábitats de forma tal que permita a las especies seguir evolucionando y coevolucionando. Idealmente, deberíamos aspirar a vivir en un paisaje en el que la actividad humana se alterne con remanentes del esplendor y la exuberancia de la naturaleza silvestre”.