miércoles, 6 de diciembre de 2017

Del Año Nuevo y los dolores de cabeza



Dr. Xavier A. López y de la Peña.
            
En vísperas del año nuevo quizá nos preguntemos:


            ¿Qué hicimos este año y que haremos el próximo?




       
    De seguro trataremos de reconciliarnos con la comadre lupita, por no haberle podido pagar a tiempo la renta de la casa. Dejaremos de gastar tanto en comprar cucherías por internet o de comer tanta comida chatarra, y ya ni hablar de bajar de peso y del gusto por las chelas. Tal vez invertir en comprar un filtro de agua y al fin dejar de gastar en agua de garrafón Bonafont, Santorini o Ciel. entre otras.

            ¿Estamos en los preparativos de la cena de fin de año?

            Nos decidiremos entre repetir la cena con lechón al horno del año anterior, hacer un estofado de cordero o de entrarle duro a los tamales y la gelatina de zanahoria como siempre.

            ¿Recibiremos a tiempo el aguinaldo?

            Si no, habrá que pedir un préstamo en la Caja de Ahorro o llevar la tele al empeño nuevamente. Aunque podría dar un tarjetazo de la Bancomer o romper el cochino (llámase así a la alcancía de barro que con forma de chancho se tiene en alguna esquina de la vivienda familiar).

            ¿Qué regalos tendremos que comprar y para quién?

            Un mameluco abrigador para el nieto, dos botellas de vino para nuestro compadre el notario, un nuevo horno de microondas para la hija que además es su cumpleaños, un tablero de ajedrez para mi sobrino Ernesto, un libro de Carlos Ruiz Zafón (La sombra del viento) para mi hermano Carlos, unos guantes para Pedro, una caja con chocolates para las secretarias del sindicato, dinero en efectivo para la empleada doméstica, etc.

            ¿Por quién votaremos el próximo año?

            Por el candidato tecnoburócrata neoliberal PP MID, que se dice no priísta y por tanto que nada tiene que ver con las pillerías cometidas por unos cuantos sí priístas que no menciono porque me faltaría espacio; por el expriísta AMLO, el sedicente nuevo Mesías, que no hay otro de MORENA que ahora sí combatirá la corrupción, la pobreza, el desempleo, la inseguridad y desigualdad; por el candidato(a) del FRENTE (PAN, PRD y Movimiento Ciudadano) que aún no ha sido decidido pero que fuertemente perfila a el juvenil RICARDO ANAYA que no se ha enriquecido, sino que ya él y su familia eran ricos con su trabajo; o por algún independiente como Margarita Zavala, expanista pero panista de corazón esposa de Felipe Calderón (o Lipe, porque en él se perdió la fe; sí, el de la narcoguerra); o por el expriísta Bronco, o por el experredista Rios Piter. Y por el perredista no perredista, Miguel Mancera qué, ¿dónde se colocará? ¿A la derecha, la izquierda o al centro?

            ¿Cómo haremos para bajar el colesterol que tenemos alto o cuando nos decidiremos por operarnos la hernia?

            Ya basta de comer chicharrón en salsa verde, huevos con tocino, birria o carnitas estilo Michoacán, flautones o machaca con huevo. Basta del menudo y las fritangas, nada de embutidos. ¡No! Ahora habrá que comer sano: lechugas, acelgas, espinacas, calabacitas, brócoli, zanahorias, camote, poro, nopales, verdolagas o -simplemente-, papas hervidas. Hay que dejar ya de lado la pravastatina, el omeprazol y el carbonato, y hacer ejercicio rutinariamente. Comprarse unos nuevos tenis para salir a correr al río San Pedro tres veces a la semana, reactivar las clases de yoga o los derechos en el Club que dejamos de pagar hace dos años. Quizá una lipectomía ampliada, volvernos vegetarianos u ovoveganos o ayudarnos con medicinas alternativas: Acupuntura, Magnetoterapia y mil más. Pero por favor, nada de comer Gansitos, Twinkywonder de vainilla, Paketaxo o Milkyway. No y no.

            ¿Habrá que contratar otro abogado para resolver el asunto con el proveedor tal, o recurriremos a la PROFECO porque no nos han entregado el clóset de pared a pared que mandamos hacer hace seis meses?

            ¿Al fin impermeabilizaremos la casa?

            Porque ya se mira algo de humedad en el desván y los impermeabilizantes aún conservan precios rebajados del BUEN FIN.

            ¿Ya toca llevar el automóvil al taller para servicio?

            Sí, porque requiere de ajuste de frenos, cambiar la calavera trasera derecha, y reponer el foco de la luz de freno izquierda. Tal vez una alineación y balanceo y mandar lavar la tapicería. No me acuerdo si revisé el nivel del líquido antocongelante y cómo está el aceite de la transmisión. ¿La qué? Ha sí, la llanta de refacción hace tiempo que no la reviso, quizá hasta necesite aire o a lo mejor ya ni la tengo.

            ¿Cuánto habrá de subir la póliza del seguro del auto, de gastos médicos, la colegiatura de los chicos, la renta del despacho, el precio de la gasolina, el kilo de chayotes o las tortas ahogadas, el del gas y la tarifa eléctrica?

            Con lo del gasolinazo nos atuvimos a la compra cada vez más cara del combustible y ahora con la liberación de su precio a ver cómo nos va. Y sólo Carstens sabrá por qué nos cuesta más cara la gasolina cuando el precio del crudo sube o baja. Sube la gasolina y sube todo; más de más.

            ¿Cambiaremos de trabajo?

            Porque si gana MORENA, de seguro nos liquidan. Y el TLCAN está que arde ya que el supremacista blanco D. TRUMP no deja de atosigarnos con las sandeces y tarugadas de que quiere salirse del tratado, de que fúchila con Corea del Norte, que le pagaremos su mentado MURO, que se le cierren las puertas a la entrada de musulmanes, que se pelea hasta con su propia sombra, que lo del cambio climático por contribución antropogénica son FAKE THINGS & more.

            ¿Qué que con la reforma energética?

            Que si toca la segunda o tercera o cuarta ronda, que si explotaremos un nuevo yacimiento, que mejorarán las refinerías, que ya no dependeremos tanto de los ingresos petroleros, que si Romero Deschamps (el sempiterno líder de los petroleros) se reeligirá; que porqué Gómez Urrutia, líder del sindicato minero, sigue viviendo en Canadá como si nada.

            ¿Qué con la reforma de justicia?

            Que ahora ya no habrá lentitud en la resolución de juicios, que ya serán orales. ¡Si chucha!
            Que se presumirá a los indiciados como inocentes hasta que no se demuestre lo contrario. ¡Si, más chucha!
            Que se combatirá la tortura, los tratos crueles e inhumanos. Que dejaremos atrás la corrupción y la impunidad. ¡Si, recontrachucha!

            ¿Qué pasa con el dinero donado para la reconstrucción, tras el temblor del pasado reciente?


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