jueves, 1 de octubre de 2020

Conciencia social.

 

CONCIENCIA SOCIAL ¿QUÉ ES?

 

Tu verdadera acción social,

es sembrar conciencia.

 

Alejandro Jodorowsky

 


Dr. Xavier A. López y de la Peña

 

            Es frecuente escuchar hablar sobre la conciencia social y, dentro del contexto en que se maneja, se percibe que se refiere a una necesidad humana, a algo importante que debe tenerse en referencia a una percepción inherente de lo humano en la dinámica social.

 

            Conciencia entendida como la condición mental a través de la cual, una persona puede interactuar con la realidad que le rodea, y a través de ello, interpretarlo.

 

            Luego así, conciencia social es tener la capacidad reflexiva acerca de las interrelaciones humanas tanto a nivel personal como comunitario, el qué, cómo y porqué de las situaciones desde la perspectiva a extremos tanto como sea posible, es decir, mirando a uno y otro lado de las cuestiones, buscando mantener una postura de equilibrio entre ambos con base en el respeto a la autonomía y libertad del ser humano y, a través de acciones, incidir sobre ellos en la medida de las posibilidades en forma razonada, para construir una sociedad capaz de vivir  en términos de convivencia cada vez más equilibrada y armónica.

 

            Es, en pocas palabras, cuestionarse sobre el entorno racionalmente y actuar; dado que el sólo "conocer" sin "hacer", representaría el más alto grado de avaricia de conciencia.

 

            Asimismo, la profundidad en la concepción que pueda tenerse acerca de la conciencia social, estaría determinada por el nivel de cultura que la persona pueda poseer, de la información a la que pueda acceder y de sus posibilidades intelectuales que permitan el análisis lúcido para conducir sus acciones y propuestas, para generar el cambio que su pensar considere legítimo, viable y factible.

            La vida en sociedad nos impone un número variable de reglas y normas de conducta a seguir que cada sociedad ha establecido acorde con su trayectoria histórica y que incluye, por supuesto, los procesos que conformaron su particular "modo de vivir", ya sea en la esfera medio-ambiental, moral, religiosa, académica, legislativa, económica, filosófica, científica, etc., y es, en base a este entorno, como la conciencia social se modela en los individuos, matizando entonces su percepción de lo "bueno" y lo "malo", lo "conveniente" de lo "inconveniente", etc., dentro del lugar y tiempo en que cada persona ha vivido y vive.

 

            Por ejemplo, quienes vivían en el entorno ideológico marxista, la conciencia social se moldeaba hacia el empoderamiento de la clase trabajadora en contra de la burguesía opresora (lucha de clases); otros, se relacionaban estrechamente a grupos ideológicos religiosos y entonces, su conciencia social se orientaba a seguir las pautas determinadas para entender al mundo acorde a una particular visión, y de actuar en consecuencia (dogma de fe).[i]

 

            Ahora se está abriendo paso una nueva conciencia social más universal -no sólo y en torno sobre los temas de injusticia y exclusión-, de tono reivindicativo, y orientado a la salvaguarda de las libertades y derechos, en donde se propugna por la protección de los derechos inherentes y fundamentales del ser humano, promoviendo el valor de la adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles, y la tendencia a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del interés propio.

 

            La adquisición de la conciencia social es con ello, un ejercicio de aprendizaje cotidiano que madura el intelecto a través de apropiarse, esto es, de hacer propios los problemas que inciden de alguna manera considerada como buena o mala, conveniente o inconveniente, necesaria o innecesaria, etc., en la sociedad en la que se vive, de una manera reflexiva. Y ello conduce a dirigir el esfuerzo razonadamente equilibrado por la búsqueda de soluciones al considerado conflicto presente o futuro, ya que nada se puede hacer sobre lo pasado. Es, en síntesis, tener conciencia de los problemas de la sociedad.

 

            Si la sociedad reconoce que el cambio sufrido por la industrialización y su modo de producción genera contaminación de la tierra, del aire y del agua, destrucción de bosques, fractura de ecosistemas, sobreexplotación de recursos, pérdida irreparable de flora y fauna e impacto consecuentemente adverso para el mismo ser humano en múltiples órdenes, y se lucha propositivamente por encontrar soluciones, entonces puede decirse que se tiene conciencia social; en este caso de que tiene más adecuadamente, conciencia ecológica o ambiental.

 

            Conciencia social es también ejercer un compromiso solidario en la solución del o los problemas, es la asunción de actitudes que miren por fuera del yo hacia el tú y el nosotros. Es participar en la construcción de una vida en sociedad perfectible y no ser un mero ente pasivo. Es sentir el conflicto generado a nuestro derredor y convertirse en actor en el escenario de la vida y no permanecer sólo como un espectador apático e indolente.

 

            Conciencia social es reaccionar ante lo que lesione el interés humano, que lo limite, coarte o soslaye de alguna manera, o por algún otro motivo.

 

            Cada uno de nosotros debería reconocer, enfrentar, denunciar y vencer las fuerzas opositoras a la creación de la conciencia social que, de manera injusta, ya sutil (subliminalmente) o descaradamente, ejercen sus acciones para que el ser humano permanezca ignorante de sus derechos, sea explotado, controlado y sometido por los intereses mezquinos de quien detente el poder (ideológico, político, económico o social) y lo administre equivocadamente. La clave para la lucha radica en que cada persona se preocupe por adquirir información, porque la misma pueda llegar a él y él pueda acceder a ella; porque la reciba sin ser tamizada, tergiversada o censurada, y en forma oportuna.

 

            El conocimiento adquirido a través de dicha información y madurado, proporciona el substrato que la persona requiere para conformar su conciencia social sobre el entorno, y le dará el poder para confrontarlo y modificarlo si fuere necesario. Dicha información le proporcionará las herramientas que activen su intelecto y que deberán fluir en acciones tendientes a establecer relaciones armónicas, respetuosas y dignas entre los seres humanos.

            Si la información constituye el basamento para la conciencia social, el eje lo conforman los valores personales. ¿Cómo podría actuarse con justicia ante la miseria (información -base-) si no se tiene adquirido un concepto sobre el justo reparto de la riqueza, de las necesarias oportunidades de empleo, de la educación, de la equidad, etc., (valor -eje-)?

 

            Podrá decirse que se comprende un problema social, pero, ¿se tuvo la información correcta y oportuna? y que se procede correctamente, es decir, ¿la acción tiene un valor justo?

 

            Qué es bueno o malo depende de la formación individual en primer término (conciencia personal) y secundariamente de la formación social (conciencia colectiva o conciencia social) que a su vez retroalimenta a la primera.

            Si el valor de lo bueno o lo malo se estructuran en la persona hacia sí y a los demás en términos de respeto, libertad, solidaridad, subsidiariedad, responsabilidad y justicia, su proceder será armónico. En tanto que, si no encuentra una respuesta concordante y recíproca a sus valores, habrá de luchar por conseguirla de una u otra forma.

            El hombre o la mujer que enfrentan el reto con una conciencia personal informada y con valores constituyen el motor que habrá de dar a la comunidad la conciencia social que eleve su bienestar en todos los órdenes.

            Se preguntaría uno: ¿soy justo -conciencia personal-? y ¿hay justicia -conciencia social-? El yo y el tú del "nosotros".

            Desempleo, carestía, marginación, discriminación, prepotencia, represión, miseria, analfabetismo, imposición, insalubridad, pobreza, intimidación, injusticia, desinformación, explotación, ignorancia, allanamiento, expropiación, aislamiento o reclusión y más, amigo lector. ¿Le dice "algo" a su conciencia?, ¿Lo "siente" cerca o lejos? y ¿Qué hace su conciencia personal y su "conciencia social”?

 

            Finalmente, ligamos lo anteriormente dicho con el asunto de la pandemia actual que nos agobia, y convenimos con lo que dice Francisco Igea: “no es el momento de decretar un confinamiento, ni un Estado de Alarma, pero sí de llamar a la conciencia social”.[ii]

 

Esto quiere decir que, más allá de tener #SóloConcienciaPersonal, debemos avanzar, compartir y participar en la #ConcienciaSocial; por lo mismo, #QuédateEnCasa, #RespetaLaSanaDistancia, #UsaCubreboca, #LávateLasManos, #AyudaAquienPuedas y #EsperaLaVacuna.



[i] UNHCR/ACNUR. Fundamentos y evolución de la “conciencia social”. Julio 2016. Consultado en internet el 20 de septiembre de 2020 en: https://eacnur.org/blog/fundamentos-evolucion-del-concepto-conciencia-social/

[ii] . Castilla y León. Europa Press. Disponible en: https://www.europapress.es/castilla-y-leon/noticia-igea-no-momento-decretar-confinamiento-estado-alarma-si-llamar-conciencia-social-20200919183336.html