CONCIENCIA
SOCIAL ¿QUÉ ES?
Tu verdadera acción
social,
es sembrar
conciencia.
Alejandro Jodorowsky
Dr. Xavier A. López y de la Peña
Es
frecuente escuchar hablar sobre la conciencia social y, dentro del
contexto en que se maneja, se percibe que se refiere a una necesidad humana, a algo
importante que debe tenerse en referencia a una percepción inherente de lo
humano en la dinámica social.
Conciencia
entendida como la condición mental a través de la cual, una persona puede
interactuar con la realidad que le rodea, y a través de ello, interpretarlo.
Luego así,
conciencia social es tener la capacidad reflexiva acerca de
las interrelaciones humanas tanto a nivel personal como comunitario, el qué,
cómo y porqué de las situaciones desde la perspectiva a extremos tanto como sea
posible, es decir, mirando a uno y otro lado de las cuestiones, buscando
mantener una postura de equilibrio entre ambos con base en el respeto a la
autonomía y libertad del ser humano y, a través de acciones, incidir sobre
ellos en la medida de las posibilidades en forma razonada, para construir una
sociedad capaz de vivir en términos de
convivencia cada vez más equilibrada y armónica.
Es, en
pocas palabras, cuestionarse sobre el entorno racionalmente y actuar; dado que
el sólo "conocer" sin "hacer", representaría el más alto grado
de avaricia de conciencia.
Asimismo,
la profundidad en la concepción que pueda tenerse acerca de la conciencia
social, estaría determinada por el nivel de cultura que la persona pueda
poseer, de la información a la que pueda acceder y de sus posibilidades
intelectuales que permitan el análisis lúcido para conducir sus acciones y
propuestas, para generar el cambio que su pensar considere legítimo, viable y
factible.
La vida
en sociedad nos impone un número variable de reglas y normas de conducta a
seguir que cada sociedad ha establecido acorde con su trayectoria histórica y
que incluye, por supuesto, los procesos que conformaron su particular "modo
de vivir", ya sea en la esfera medio-ambiental, moral, religiosa, académica,
legislativa, económica, filosófica, científica, etc., y es, en base a este
entorno, como la conciencia social se modela en los individuos,
matizando entonces su percepción de lo "bueno" y lo "malo",
lo "conveniente" de lo "inconveniente", etc., dentro del
lugar y tiempo en que cada persona ha vivido y vive.
Por
ejemplo, quienes vivían en el entorno ideológico marxista, la conciencia
social se moldeaba hacia el empoderamiento de la clase trabajadora en
contra de la burguesía opresora (lucha de clases); otros, se relacionaban
estrechamente a grupos ideológicos religiosos y entonces, su conciencia
social se orientaba a seguir las pautas determinadas para entender al mundo
acorde a una particular visión, y de actuar en consecuencia (dogma de fe).[i]
Ahora
se está abriendo paso una nueva conciencia social más universal -no sólo
y en torno sobre los temas de injusticia y exclusión-, de tono reivindicativo, y
orientado a la salvaguarda de las libertades y derechos, en donde se propugna
por la protección de los derechos inherentes y fundamentales del ser humano,
promoviendo el valor de la adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses
ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles, y la tendencia
a procurar el bien de las personas de manera desinteresada, incluso a costa del
interés propio.
La
adquisición de la conciencia social es con ello, un ejercicio de aprendizaje
cotidiano que madura el intelecto a través de apropiarse, esto es, de hacer
propios los problemas que inciden de alguna manera considerada como buena o
mala, conveniente o inconveniente, necesaria o innecesaria, etc., en la
sociedad en la que se vive, de una manera reflexiva. Y ello conduce a dirigir el
esfuerzo razonadamente equilibrado por la búsqueda de soluciones al considerado
conflicto presente o futuro, ya que nada se puede hacer sobre lo pasado. Es, en
síntesis, tener conciencia de los problemas de la sociedad.
Si la
sociedad reconoce que el cambio sufrido por la industrialización y su modo de
producción genera contaminación de la tierra, del aire y del agua, destrucción
de bosques, fractura de ecosistemas, sobreexplotación de recursos, pérdida
irreparable de flora y fauna e impacto consecuentemente adverso para el mismo
ser humano en múltiples órdenes, y se lucha propositivamente por encontrar
soluciones, entonces puede decirse que se tiene conciencia social; en
este caso de que tiene más adecuadamente, conciencia ecológica o ambiental.
Conciencia
social es también ejercer un compromiso solidario en la solución del o los
problemas, es la asunción de actitudes que miren por fuera del yo hacia el tú y
el nosotros. Es participar en la construcción de una vida en sociedad
perfectible y no ser un mero ente pasivo. Es sentir el conflicto generado a
nuestro derredor y convertirse en actor en el escenario de la vida y no
permanecer sólo como un espectador apático e indolente.
Conciencia
social es reaccionar ante lo que lesione el interés humano, que lo limite,
coarte o soslaye de alguna manera, o por algún otro motivo.
Cada
uno de nosotros debería reconocer, enfrentar, denunciar y vencer las fuerzas
opositoras a la creación de la conciencia social que, de manera injusta,
ya sutil (subliminalmente) o descaradamente, ejercen sus acciones para que el
ser humano permanezca ignorante de sus derechos, sea explotado, controlado y
sometido por los intereses mezquinos de quien detente el poder (ideológico, político,
económico o social) y lo administre equivocadamente. La clave para la lucha
radica en que cada persona se preocupe por adquirir información, porque la
misma pueda llegar a él y él pueda acceder a ella; porque la reciba sin ser
tamizada, tergiversada o censurada, y en forma oportuna.
El
conocimiento adquirido a través de dicha información y madurado, proporciona el
substrato que la persona requiere para conformar su conciencia social
sobre el entorno, y le dará el poder para confrontarlo y modificarlo si fuere
necesario. Dicha información le proporcionará las herramientas que activen su
intelecto y que deberán fluir en acciones tendientes a establecer relaciones
armónicas, respetuosas y dignas entre los seres humanos.
Si la
información constituye el basamento para la conciencia social, el eje lo
conforman los valores personales. ¿Cómo podría actuarse con justicia ante la
miseria (información -base-) si no se tiene adquirido un concepto sobre el
justo reparto de la riqueza, de las necesarias oportunidades de empleo, de la educación,
de la equidad, etc., (valor -eje-)?
Podrá
decirse que se comprende un problema social, pero, ¿se tuvo la información
correcta y oportuna? y que se procede correctamente, es decir, ¿la acción tiene
un valor justo?
Qué es
bueno o malo depende de la formación individual en primer término (conciencia
personal) y secundariamente de la formación social (conciencia colectiva o conciencia
social) que a su vez retroalimenta a la primera.
Si el
valor de lo bueno o lo malo se estructuran en la persona hacia sí y a los demás
en términos de respeto, libertad, solidaridad, subsidiariedad, responsabilidad
y justicia, su proceder será armónico. En tanto que, si no encuentra una
respuesta concordante y recíproca a sus valores, habrá de luchar por
conseguirla de una u otra forma.
El
hombre o la mujer que enfrentan el reto con una conciencia personal informada y
con valores constituyen el motor que habrá de dar a la comunidad la conciencia
social que eleve su bienestar en todos los órdenes.
Se
preguntaría uno: ¿soy justo -conciencia personal-? y ¿hay justicia -conciencia
social-? El yo y el tú del "nosotros".
Desempleo,
carestía, marginación, discriminación, prepotencia, represión, miseria,
analfabetismo, imposición, insalubridad, pobreza, intimidación, injusticia,
desinformación, explotación, ignorancia, allanamiento, expropiación,
aislamiento o reclusión y más, amigo lector. ¿Le dice "algo" a su
conciencia?, ¿Lo "siente" cerca o lejos? y ¿Qué hace su conciencia
personal y su "conciencia social”?
Finalmente, ligamos lo anteriormente
dicho con el asunto de la pandemia actual que nos agobia, y convenimos con lo
que dice Francisco Igea: “no es el momento de decretar un confinamiento, ni un
Estado de Alarma, pero sí de llamar a la conciencia social”.[ii]
Esto quiere decir
que, más allá de tener #SóloConcienciaPersonal, debemos avanzar, compartir y
participar en la #ConcienciaSocial; por lo mismo, #QuédateEnCasa, #RespetaLaSanaDistancia,
#UsaCubreboca, #LávateLasManos, #AyudaAquienPuedas y #EsperaLaVacuna.
[i] UNHCR/ACNUR. Fundamentos y
evolución de la “conciencia social”. Julio 2016. Consultado en internet el 20
de septiembre de 2020 en: https://eacnur.org/blog/fundamentos-evolucion-del-concepto-conciencia-social/
[ii] . Castilla y León. Europa Press.
Disponible en:
https://www.europapress.es/castilla-y-leon/noticia-igea-no-momento-decretar-confinamiento-estado-alarma-si-llamar-conciencia-social-20200919183336.html
Buena reflexión
ResponderEliminarAnte la realidad imperante, la inmovilidad permea al sentir que estamos a merced de la corrupcion , la impunidad y la increíble ineptitud. Sin embargo, habrá que encontrar las formas para avanzar