sábado, 21 de marzo de 2020

¿Por qué paran las mujeres?




Por un mundo donde seamos socialmente iguales,
humanamente diferentes y totalmente libres.
Quien no se mueve -advierte- no siente las cadenas.

Rosa Luxemburgo


Dr. Xavier A. López y de la Peña.

            A propósito de los recientes feminicidios y la violencia en contra de las mujeres en México, fue impulsado por el colectivo veracruzano “Brujas del Mar”, al que se adhirieron ciudadanas, activistas, colectivos e instituciones que convocaron a #UnDíaSinMujeres, un paro nacional que se llevó a cabo el lunes 9 de marzo pasado, y debo afirmar con ello que en México como en casi todo el mundo la mujer o, mejor dicho, las mujeres continúan en pie de lucha por sus derechos, su valía, su vida y por justicia.
            A esta lucha se le da ahora el nombre de feminismo, (del francés féminisme, y este del latín femĭna 'mujer' y el sufijo -isme '-ismo', sustantivo que designa doctrina), que propugna por el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre, y su realización efectiva.
            Esta lucha principia, sin embargo, con la humanidad misma. Un conflicto de roles entre personas que, aunque iguales, tienen hondas diferencias. Estas diferencias están e inician en los cromosomas X y Y, ya que el sexo del embrión queda determinado en el momento de la fecundación según que el espermatozoide contenga un cromosoma X o un cromosoma Y. El resultado normalmente será, XX para las mujeres, XY para los hombres; luego vienen los cambios morfo y fisiológicos propios de cada uno de ellos, al tenor y ritmo -entre muchos otros-, de los estrógenos para la mujer y de los andrógenos para el hombre.
            Ya como hombre, mujer y prole, dan inicio también los diferentes roles sociales, porque el ser humano es un ser social; hay que buscar y conseguir comida, abrigo, mecanismos para defenderse, ayuda para ciertas tareas y otras más, en una palabra: sobrevivir. Inicia con ello la repartición y administración de las tareas. La distribución de las labores entonces se hace con una diferenciación sexual. La preponderancia en esta forma de gobierno del grupo social se ubica entonces entre el matriarcado (gobierno por las mujeres) o el patriarcado (gobierno por los hombres).
Es posible que en las sociedades protoagrícolas la mujer haya jugado un papel preponderante o matriarcal al establecer su autoridad sobre sus descendientes matrilineales reunidos en tribus independientes al ejercer, de facto, el poder político, económico y religioso. En las más antiguas culturas agrícolas, mandan sin ninguna traba las mujeres: la gran madre incluso tiene a su servicio una corte de doncellas, hijas, nietas, parientes, etc.[i].
Se instauró con ello lo que podríamos llamar el estrocentrismo o la percepción del mundo y de las relaciones sociales centrada en el punto de vista femenino.
Sin embargo, esta condición predominante habría de terminarse al desarrollarse las sociedades agrícolas sedentarias, particularmente en los deltas de los ríos, haciendo que la fertilidad femenina se incrementara, creciendo notablemente la población y proveyéndole así de más personas para su prosperidad y defensa ante grupos rivales. La mujer tuvo entonces que ocuparse de forma importante en la maternidad y el cuidado familiar, en tanto que los hombres al trabajo productivo, provisión de mantenimientos, organización colectiva y defensa. Con ello, la mujer quedó dependiente del hombre[ii] y giró 180 grados la percepción del mundo y las relaciones sociales hacia el hombre, dando paso al patriarcado y el ulterior llamado androcentrismo.

El periodista español, Pepe Rodríguez, en su obra Dios nació mujer nos refiere que, como ha sido probado por la arqueología, que la primera deidad con características de generadora/controladora surgió como mujer durante más de 20.000 años y que no hubo otra deidad más que ésta Gran Diosa hasta que, entre el VI y III milenios a.C., por necesidades socioeconómicas, apareció el concepto del dios varón. La agricultura con excedentes provocó la derrota de la mujer y de la Diosa a manos del varón y del Dios -también varón-, y la sumisión entonces se impuso así, aquí en la tierra como en el cielo.
La Gran Diosa podría estar representada por la pieza labrada en caliza oolítica hallada en Willendorf, Austria, y que representa a una mujer cuyo nombre mejor conocido es como la Venus de Willendorf relacionada con la fertilidad, el bienestar y el éxito.
En varias culturas la deidad femenina puede ser considerada como la Madre Tierra, como las esculturas pétreas de la diosa Cibeles hasta la Dione (‘diosa’) que se invocaba junto con el dios Zeus en el Oráculo de Dódona (Grecia) hasta finales de la época clásica. Entre los himnos homéricos (siglos VII-VI a. C.) hay uno dedicado a la diosa madre llamado «Himno a Gea, madre de todo».[iii] Gea, o Madre Tierra, era la gran diosa de los antiguos griegos. Ella representaba a la Tierra y era adorada como la madre universal. En la mitología griega, ella creó al Universo y dio a luz a la primera raza de los dioses (los Titanes) y los primeros humanos.
            De la parte masculina y en la tradición judeo-cristiana de la que nuestra cultura es también su heredera, hay una interpretación rabínica del Génesis 1:27 que dice: Y creó Dios (Dios varón) al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.        Esta mujer (que no Eva) fue considerada de hecho, la primera esposa de Adán, nombrada Lilith: Yahvéh formó entonces a Lilith (del hebreo: לילית, figura legendaria de origen mesopotámico en el folclore judío). Sin embargo, Adán y Lilith nunca estuvieron de acuerdo; por ejemplo, en la colección titulada Yalqut Reubeni (colección de sentencias midráshicas y comentarios cabalísticos sobre el Pentateuco, recopilada por R. Reuben ben Hoshke Cohen, en el siglo XVII), se refiere que, cuando Adán deseaba tener relaciones sexuales con ella, Lilith se ofendía por la postura sedente que él le exigía -reclamándole-: ¿por qué he de acostarme debajo de ti? -preguntaba-, yo también fui hecha con polvo, y por lo tanto soy tu igual. Pero, como Adán quiso someterla a obedecer, Lilith, encolerizada, pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó.[iv] Entonces Dios, posteriormente y de una costilla de Adán, hizo a Eva, su nueva compañera.

            Desde entonces, en la historia de la humanidad la presencia y huella de la mujer ha estado prácticamente ausente. Su invisibilidad ha sido producto del profundo androcentrismo con el que se han impregnado las relaciones sociales y el conocimiento de la realidad.[v]

            Es así, que la lucha de la mujer en México por desaparecer su invisibilidad, esto es, por su libertad y derechos, ha tenido que darse en un entorno cultural milenariamente hostil, de corte androcentrista, machista, fuertemente tradicionalista y católico.[vi] El panorama es entonces aterrador, veamos algunas cifras:
            México ocupa la posición 124 de 149 países por su brecha de género. En su último informe, el Foro Económico Mundial, refiere que ninguna mujer actual, ni sus hijas, ni incluso sus nietas, vivirán lo suficiente para conocer una sociedad en la que la paridad de género a nivel económico esté totalmente garantizada y que la paridad política podría lograrse en el mundo quizá hasta dentro de 107 años[vii]; que el ingreso anual promedio de las mujeres mexicanas es 54.5% más bajo que el de los hombres; que los hombres reciben en promedio un ingreso laboral por hora trabajada 34.2% mayor al de las mujeres y que las mujeres en posiciones directivas perciben una quinta parte menos de remuneración que sus pares masculinos.
            En la esfera de la violencia contra la mujer en México, se han registrado 3,621 casos de violencia de género entre los años 2015 y 2019, y los casos más graves han ocurrido en Culiacán, Villahermosa, Iztapalapa, Ecatepec y Acapulco.
            Ocurren 10 feminicidios en promedio al día en México.
            En el año 2019 se registraron 2,825 asesinatos de mujeres en el país y sólo 1,006 de ellos fueron considerados como feminicidios. Uno de cada 10 feminicidios es cometido contra niñas y adolescentes menores de 17 años y, no obstante que el feminicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer en el país, alrededor de un 99% de ellos queda en impunidad.[viii]
            Del 21 de noviembre de 2019 al 31 de enero de 2020 se presentaron 362 denuncias por delitos sexuales únicamente en la CDMX y sólo 55 (15%) se convirtieron en carpetas de investigación.[ix]

            Por esto y mucho, pero mucho más… paran las mujeres.

            Paran porque quieren ser visibilizadas, paran para exigir sus derechos, paran porque no se les, explote, ofenda, minimice, acose, relegue, someta, denigre, maltrate, discrimine o asesine. Paran porque ya están hartas.
            Ellas si paran, rompen el silencio y gritan ahora con orgullo y a voz en cuello. Gritan ya para liberarse visibilizándose y como para realizarse cargadas de ira:

            ¡Viva México y que muera el androcentrismo misógino e hijo de la chingada, cabrones!

            Emergen, crecen, luchan, denuncian, gritan, analizan, participan, colaboran, trabajan, idean, crean, se ven, se rebelan y paran como, en buen sentido amoroso, lo señala la maestra Giobanna Patricia Buenahora…

…pues de nada sirve teorizar si no se transforma la vida; para poco nos es útil el feminismo si se queda en la hoja de papel y no lo hacemos acción amorosa de la vida cotidiana.[x]

Es hora, por lo tanto (señala el Dr. Oriol), de que la mujer tome los sitios de mando y las cátedras y los lugares prepotentes, (que se empoderen en todas las esferas) pero no como un hombre cualquiera, pues entonces pierde las esencias más “suyas”, para tornarse en una virago estéril para la historia. Que vaya a la cultura, sí, ¡pero como mujer![xi]


[i] . Pia Laviosa Zambotti. Origen y destino de la cultura occidental. Ediciones Guadarrama, S. L., Madrid, España 1959, p. 67.
[ii] . Ambrosio García Leal: Sesgos ideológicos en las teorías sobre la evolución del sexo. Tesis doctoral. Codirectores: Jorge Wagensberg y Magi Cadevall. Departament de Filosofia. Facultat de Filosofia i Lletres. Universitat Autònoma de Barcelona. Curso 2004.2005.
[iii] . Diosa madre. Consultado en internet el 1 de marzo de 2020 en: https://es.wikipedia.org/wiki/Diosa_madre
[iv] . Lilith. Consultado en internet el 9 de marzo de 2020 en: https://es.wikipedia.org/wiki/Lilit#Lilit_en_la_mitolog%C3%ADa_mesopot%C3%A1mica.
[v] . Norma Blázquez Graf, Fátima Flores Palacios, Maribel Ríos Everardo, coordinadoras. Investigación feminista: epistemología, metodología y representaciones sociales. México: UNAM, Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades: Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias: Facultad de Psicología, 2012, p. 76.
[vi] . Eli Bartra, Anna M. Fernández Poncela y Ana Lau. Feminismo en México, ayer y hoy. Colección Molinos de viento. Serie mayor/Ensayo. Núm. 130. México 2002, p. 41.
[vii] . Diario Expansión. España, 29 de diciembre de 2019.
[viii] . CNN Español, 9 de marzo de 2020. https://cnnespanol.cnn.com/2020/03/09/por-que-paran-las-mujeres-en-mexico-4-cifras-que-muestran-la-situacion-de-las-mujeres-en-el-pais/
[ix] . El Sol de México, 9 de marzo de 2020. Consultado en internet el 9 de marzo de 2020 en: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/un-dia-sin-mujeres-un-dia-sin-ella-paro-nacional-datos-mexico-violencia-economia-estadistica-4939227.html
[x] . Giobanna Patricia Buenahora Molina. Escribir para no ser silenciadas: mujeres, literatura y epistemología feminista. En: Norma Blázquez Graf y Martha Patricia Castañeda Salgado (coordinadoras). Lecturas críticas en investigación feminista. Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos. Red Mexicana de Ciencia, Tecnología y Género Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. UNAM México 2016, p. 211.
[xi] . Antonio Oriol Anguera. La mujer: aspectos antropológicos. Ed. Trillas, México 1975, p. 67.

domingo, 1 de marzo de 2020

Música del universo


El universo a ritmo.

La armonía existente entre cómo el universo parece y cómo es,
tiene que ser un logro de nuestra magia neuronal,
 porque lo blanco y lo negro no se presentan en la retina.

En: Cómo funciona la mente (1997), Steven Pinker.

Dr. Xavier A. López y de la Peña.

             Hace dos mil quinientos años el filósofo y matemático griego, Pitágoras de Samos, personaje a quien el también filósofo, Heráclito de Éfeso, se refería diciendo que había practicado el examen y la investigación más que ningún otro hombre y cimentó su sabiduría fuera del prejuicio y de las malas artes,[i] experimentando con el sonido dedujo que las longitudes de las cuerdas que dan una nota, su quinta y octava se hallaban en la relación 6:4:3, encontrando así la armonía en los sonidos de una cuerda al dividirla en ciertas porciones.
             Con ello, más sus conocimientos matemáticos, astronómicos y geométricos, dedujo la teoría de que el universo se correspondía con este esquema numérico en el que la distancia entre la Tierra y los demás planetas se hallaba en armonía con una progresión musical (la música, definida como el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios respetando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo).
             En la leyenda de los martillos atribuida a este personaje, se rumora que éste, al pasar frente a una herrería y gracias a su particular agudeza auditiva, era capaz de distinguir y diferenciar el sonido emitido por cuatro martillos de diferente tamaño. Con esta capacidad auditiva (probablemente lo que hoy conocemos como tener “oído absoluto”) y sus demás conocimientos -como ya citamos-, emitió la teoría de que el universo está regido por proporciones numéricas en armonía o Teoría de la armonía de las esferas. Sí, y que el observado movimiento de los distintos planetas se correspondía con determinadas proporciones musicales; esto es, que las distancias entre los planetas corresponderían, según esta teoría, a diversos intervalos musicales.[ii]

             Por otro lado, el filósofo griego Platón, hizo alusión a su vez que el ritmo (del latín rhythmus, y este del griego ῥυθμός, de ῥεῖν, fluir. Orden acompasado en la sucesión o acaecimiento de las cosas) es orden del movimiento. Y abundaba…, distinguiréis el ritmo en el vuelo de un pájaro, en las pulsaciones de las arterias, en el paso del bailarín, en los períodos de una oración; también advertía que… la música es una ley moral (que) dota de alma al universo, de alas a la mente, permite a la imaginación volar, da encanto y alegría a todas las cosas, a la vida misma. Es decir, reconocía el ritmo en los movimientos del animal, en las funciones fisiológicas, en los desplazamientos estéticos de un artista, en el habla sometida a la respiración. Porque Platón advierte y busca el ritmo en lo que está vivo.[iii]
             Esta misma armonía celestial fue descrita por este personaje cuando, en el diálogo Epinomis, (sostenido entre los personajes Clinias de Creta, Megilio de Lacedemonia y un ateniense) se declaró que los astros ejecutaban la mejor de todas las canciones.

             Es así que esta visión mística pitagórica de la Naturaleza, manifiesta en la doctrina de los números, permea tanto en el pensamiento griego que el mismo filósofo y médico griego, Alcmeón de Crotona, ubicó al ser humano como una miniatura del Universo o microcosmos y que su cuerpo refleja con ello la estructura del mundo, y su alma constituye una armonía del número; en una tenencia de alma tanto en el ser humano como en los astros, e identificó entonces a lo que llamó la armonía con una ley universal.
             Poco después el jurista, político y filósofo romano, Marco Tulio Cicerón, también se refirió en el sueño de Escipión (obra de la autoría de Macrobio, que comenta el texto ciceroniano Sobre la república, sobre las propiedades místicas de los números, sobre la naturaleza del alma, sobre astronomía y sobre música) a ese sonido tan intenso como agradable que llenaba los oídos de su héroe y que se originaba en las órbitas celestes, reguladas por intervalos desiguales que originaban diferentes sonidos armónicos.
             Más adelante Johannes Kepler, -el último pitagórico- publica, mezclando tanto ideas religiosas como místicas en su libro Harmonices mundi (1619), la fórmula en las que sienta las bases del conocimiento matemático de nuestro sistema planetario, en el que, entre la armonía de los planetas y sus susurros geométricos se cimientan sus leyes. Impresionado por el sistema copernicano, refería lleno de exaltación: ¡Yo declaro tal sistema como verdadero en lo más profundo de mi alma, y contemplo su belleza con increíble y embriagador deleite!
             Si bien sus tres leyes del movimiento planetario fueron precedidas por los conceptos del primer astrónomo moderno, el danés, Tycho-Brahe (1546-1601) y éstas sirvieron de base a los conceptos astronómico de Isaac Newton, Kepler creía firmemente que Dios creó al mundo acorde con el principio de los números perfectos y atribuía a la armonía matemática, la música de las esferas, la causa real y efectiva de los movimientos planetarios.

             Bueno… Así sigue la historia.

             Y recientemente un grupo de astrofísicos coreanos observaron que la dirección de rotación de varias galaxias a una distancia de 400 millones de años luz, tendía a ser coherente con el movimiento promedio de sus vecinos cercanos dentro de la distancia de 1 megapársec (Mpc es como se abrevia; es decir, 1 millón de pársecs, donde 1 pársec equivale a 3.26 años luz), encontrando en ello una importante sincronía en el movimiento de las galaxias, lo que les sugiere una sorprendente coherencia armónica a gran escala en todo el universo.
             Descubrieron que la rotación de cada galaxia estaba vinculada al movimiento de decenas de miles de galaxias vecinas y que la coherencia rotacional era más significativa en las regiones externas de la galaxia que en la parte central de la constelación, considerándolo de esta manera ya que, si las galaxias se forman de dentro hacia afuera (como lo demuestra el Universo en expansión), la mayor fuerza de la gravedad está en el interior y deja a las partes externas más expuestas a influencias de otras galaxias.[iv]

Finalmente, como refiere el doctor en neurofisiología por la Universidad de Bolonia, Italia, David Muehsam, también participa activamente como profesor de yoga/meditación y es un músico consumado, tocando la flauta y el saxofón desde la infancia; relacionando el mundo físico con el biológico nos dice que: toda la vida existe dentro de un mar de vibraciones, y el ritmo es fundamental para toda la vida. Los ciclos diurnos, estacionales, lunares y solares, y las oscilaciones del campo electromagnético resonante (EMF) de nuestro planeta constituyen la sinfonía de ritmos en los que existe la vida en la Tierra.
Nace con ello un nuevo propuesto paradigma capaz de unificar múltiples disciplinas, que trata de revelar las conexiones entre la vida, lo social y el universo físico: todo ello con ritmo y en armonía como si se tratase de una orquesta universal. Tal paradigma, podría influir enormemente -como se destaca- en los problemas médicos y terapéuticos. Por ejemplo, en la genómica psicosocial se ha demostrado que la expresión génica puede ser modulada no sólo por campos electromagnéticos no térmicos y vibraciones sonoras, sino también a través de las actividades de la mente, las emociones, la música, el arte, los rituales, la cultura y la vida espiritual. [v]
            
             Miguel Martínez Meguélez, pedagogo, psicólogo y pensador venezolano nos lo dice así:

Es tiempo de comprender que vivimos inmersos en esa red de sistemas que se integran en un orden (armónico y) jerárquico; y que la validez y método de este enfoque es clave para la comprensión de las ciencias en general. Desde hace unos 50 años, las ciencias de la complejidad, como el pensamiento sistémico, la holonómica, la resonancia mórfica, la teoría del caos, la teoría de cuerdas y súper cuerdas, y otras… (Apuntan a que) eso es lo que somos también cada uno de nosotros mismos: un "todo físico-químico-biológico-psicológico-social-cultural-espiritual" que funciona maravillosamente y que constituye nuestra vida y nuestro ser. Por esto, el ser humano es la estructura dinámica o sistema integrado más complejo de todo cuanto existe en el Universo.[vi]

             En el pensamiento ortodoxo actual de la física teórica, la teoría de las súper cuerdas (es un esquema para explicar todas las partículas y fuerzas fundamentales de la naturaleza en una sola teoría, que modela las partículas y campos físicos como vibraciones de delgadas cuerdas súper simétricas, las cuales se mueven en un espacio-tiempo de más de cuatro dimensiones, más exactamente 10 dimensiones y una temporal) tiende a reconciliar la teoría de la gravitación con la mecánica cuántica y, al mismo tiempo, la de unificar todas las fuerzas y partículas conocidas en la naturaleza. De allí que en la jerga se la llame, con un toque de sutil ironía, la Teoría del Todo.

          Esto es, algo similar a lo que en lenguaje actual podríamos llamar el universo a ritmo, o la Teoría única de la energía-materia, en el periplo rítmico y armónico del espacio-tiempo del universo, regidas por el acorde de las fuerzas: gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil.

Dr. Xavier A. López y de la Peña
Aguascalientes, Ags., a 24 de febrero de 2020.


[i]. Dampier-Whetham. Historia de las ciencias. Méxicolee, 1944, p.34.
[ii] . Armonía de las esferas. Consultado en internet el 18 de febrero de 2020 en: https://es.wikipedia.org/wiki/Armon%C3%ADa_de_las_esferas
[iii] . Teodoro Pedro Cromberg. Reflexiones sobre el ritmo en la perspectiva del siglo XXI. Rhuthmos, 12 septembre 2015 [en ligne]. http://rhuthmos.eu/spip.php?article1600
[iv] . Joon Hyeop Lee, Mina Pak, Hyunmi Song, Hye-Ran Lee, Suk Kim, and Hyunjin Jeong. Mysterious Coherence in Several-megaparsec Scales between Galaxy Rotation and Neighbor Motion. The Astrophysical Journal. Vol. 884, Num. 2. (October 2019). DOI:https://doi.org/10.3847/1538-4357/ab3fa3
[v]. David Muehsam and Carlo Ventura. Life Rhythm as a Symphony of Oscillatory Patterns: Electromagnetic Energy and Sound Vibration Modulates Gene Expression for Biological Signaling and Healing. Glob Adv Health Med. 2014 Mar; 3(2): 40–55. Published online 2014 Mar 1. doi: 10.7453/gahmj.2014.008
[vi] . Miguel Martínez Meguélez. Sobre la armonía del universo. Rev. Heterotopía. 2012. Consultado en internet el 20 de febrero de 2020 en: http://prof.usb.ve/miguelm/Sobre%20la%20Armonia%20del%20Universo.html