TABACO: EL MAL EVITABLE.
Fumar es un placer, genial, sensual
fumando espero a la que tanto quiero
tras los cristales de alegres ventanales
y mientras fumo mi vida no consumo
porque flotando el humo me suelo adormecer.
Carlos Gardel (“Fumando espero”, Tango. 1922)
La encuesta Nacional sobre Adicciones de 2011 sobre el tabaco en México, señala que, tanto el consumo de tabaco como la exposición a su humo, siguen siendo la primera causa de muerte prevenible en el orbe. Más de mil millones de personas en el mundo lo fuman y ello causa la muerte prematura en cerca de seis millones de ellas. Y habrán de incrementarse a 10 millones alrededor de los años 2020 si no se le pone freno inmediato y seguro a este nocivo hábito.
El fumar tabaco reduce la esperanza de vida ya que causa cáncer de pulmón, laringe, riñón, vejiga, estómago, colon, cavidad oral y esófago; así como con leucemia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cardiopatía isquémica, aborto y parto prematuro, defectos de nacimiento e infertilidad, entre otras enfermedades (CDC., 2010)
Las campañas contra el tabaco están en marcha y es importante desalentar toda forma de producción, comercialización, difusión y consumo de tan nefasto producto vegetal. Al efecto, el Dr. Gro Harlem Brundtland –Director General de la WHO- dio inicio al proyecto de Iniciativa Libre de Tabaco en julio de 1998 para implementar y coordinar una estrategia de orden global contra el tabaco como un aspecto sobresaliente de salud pública. Dicho proyecto contempla los siguientes puntos:
1. Polarizar la ayuda global en relación a políticas de control y acciones contra el tabaco basadas en evidencias.
2. Construir nuevos modelos de acción en este rubro y fortalecer los existentes.
3. Resaltar los mecanismos de prevención a nivel personal, económico y social sobre el daño que produce el tabaco en todos los sectores de la sociedad, y la necesidad de realizar acciones coherentes a todos niveles.
4. Acelerar a nivel regional, nacional y global los planes estratégicos, su implementación y los mecanismos de evaluación correspondientes.
5. Establecer una comisión de investigación política que dé soporte rápido y substancial a todas las acciones innovadoras.
6. Movilizar de manera adecuada las fuentes que den soporte a sus acciones.
7. Integrar ampliamente el problema del tabaco en las agendas de salud y desarrollo.
La tarea no es nada sencilla y a ella se opone la gran industria tabacalera que tiene en su haber unos 400 billones de dólares para promover y movilizar sus dañinos productos. Tampoco puede hacerse a un lado la gran cantidad de mexicanos que viven en torno a la industria del tabaco y por ello deben implementarse los mecanismos para la conversión de sus labores hacia otro tipo de productos.
El Comité de Cancerólogos de la Comunidad Europea resalta en su primera regla: NO FUME FUMADOR: DEJE DE FUMAR LO ANTES POSIBLE Y NO FUME EN PRESENCIA DE OTROS.
Nuestra Ley General de Salud le dedica el capítulo III al programa contra el tabaquismo y con fecha 30 de octubre del 2006 fue publicada en el Periódico Oficial del Estado la “Ley para la protección de los no fumadores en el Estado de Aguascalientes” actualmente en vigor que merece difundirse ampliamente en todos los sectores de la sociedad como una contribución a la lucha contra el tabaco.
¿Por qué para protección de los NO fumadores?
Porque los NO fumadores se afectan con el humo del tabaco presente en el aire que les rodea proveniente de los SI fumadores en lo que se conoce como «tabaquismo pasivo». Este humo visible llega a contener hasta 4 000 substancias químicas diversas nocivas para la salud y cerca de 40 de ellas relacionadas directamente con la producción de cáncer pulmonar.
El fumador sólo inhala el 15% del humo producido por la combustión de un cigarrillo, en tanto que el restante 85% se emite a la atmósfera y afecta a los NO fumadores. Las molestias que el tabaquismo pasivo suelen producir son, entre otras, irritación en los ojos, nariz y garganta; dolor de cabeza, náuseas, mareos, cansancio, falta de concentración, reducción progresiva y creciente de la agudeza olfatoria y gustativa y hasta olor al humo del cigarro en la ropa y en la piel. Con el tabaquismo pasivo se aumenta importantemente el riesgo de padecer cáncer pulmonar y pone en riesgo también a las personas con alteraciones respiratorias y cardíacas agravando a todas aquellas que tienen enfermedades preexistentes como enfisema, bronquitis y asma.
Esta acertada Ley se sustenta, desde luego, en que el «fumador activo» al fumar, de hecho, viola el derecho a un ambiente saludable que tiene el no fumador puesto que le impone el humo de su cigarrillo haciéndolo un «fumador pasivo» contra su voluntad o aún involuntariamente.
La aplicación y vigilancia de dicha Ley -dice- le corresponde al Poder Ejecutivo a través del Instituto de Salud,
mediante las Unidades Administrativas correspondientes, así como a los Ayuntamientos en sus respectivos ámbitos de competencia, y señala como copartícipes en la vigilancia de su cumplimiento a los propietarios, poseedores o responsables y empleados de los locales cerrados, establecimientos y medios de transporte a los que se refieren los artículos 4º. y 7º de la misma Ley, así como a las asociaciones de padres de familia de las escuelas e instituciones públicas y privadas.
Queda prohibido fumar en los cines, bibliotecas, teatros, salas de conferencias y auditorios cerrados y cubiertos a los que tenga acceso el público en general; En todas las unidades médicas; En los vehículos de servicio público de transporte de pasajeros que circulen en el Estado; En las áreas de atención al público de tiendas de autoservicio, oficinas bancarias, financieras, industriales, comerciales y de bienes y servicios; En los centros comerciales, excepto en aquellas áreas ventiladas y con la señalización respectiva; En los salones de clases de las escuelas de educación especial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior; En las oficinas de los tres Poderes del Estado, las unidades administrativas dependientes del Gobierno Federal, del Estado y Municipios, excepto en aquellas áreas ventiladas y con la señalización respectiva; En las áreas de atención al público, salas de espera, sanitarios de aeropuertos, Centrales de Autobuses y Estaciones Ferroviarias del Estado.
Después de esto, hoy cambiamos la letra del tango de Carlos Gardel para cantarse de la siguiente manera:
“Fumar es un [terror, vanal, mortal]
fumando espero [que pronto llegue el cáncer],
tras los [efectos nocivos del tabaco],
y mientras fumo [la vida me consumo],
porque flotando el humo, [me apresto a perecer].”