CARTA DEL PACIENTE
(Aguascalientes, México.)
DR © Dr. Xavier A. López y de
la Peña
PRESENTACIÓN:
La
relación entre el profesional de la salud y el paciente tiene características
especiales que deben ser reconocidas y aplicadas en una sociedad pluricultural y
multiétnica como la nuestra, en la que la evolución técnica y científica le
lleva a reformar la medicina, la ley y los valores sociales, y en donde el
paciente lucha hoy por hacer valer sus derechos.
Así, esta Carta pretende ser la voz del paciente para
ser oída, considerada y llevada a cabo por el profesional de la salud en
México.
DE ESTA MANERA:
Quienquiera que
seas, e independientemente del puesto o función que realices en el campo de la
atención y servicios a la salud de la persona, por favor:
Atiéndeme siempre de la misma forma y espíritu con que
tú quisieras ser atendido. Con el tacto, aplomo, entereza, prudencia y
delicadeza o energía necesarios, que guían el humanismo sustentado en la ética
y la moral médica.
Que la bondad, el respeto, la justicia, la igualdad y
la equidad normen tu conducta en mi servicio y que ésta se me ofrezca en
plenitud de tus condiciones físicas y mentales.
Mantén tu atención con énfasis preventivo y enfocado
siempre hacia mi adecuada y pronta recuperación, y cultiva permanentemente el
arte y ciencia médicos constantemente en evolución.
Fomenta y ofréceme todas aquellas formas y normas de
control de calidad y garantías de satisfacción que merezco como paciente bajo
tu atención y/o servicios.
Estimula y participa con tus conocimientos y
experiencia, y mediante todos los recursos a tu alcance en la promoción,
mantenimiento y conservación de condiciones ambientales saludables para hoy y
mañana, para mí y para todos.
Asísteme con respeto a mi dignidad y personalidad, en
conciencia e independientemente de mi sexo, edad, origen étnico o geográfico,
capacidad económica o forma de pago, situación civil o laboral, condición
social, creencias políticas o religiosas, patrimonio genético, valores, cultura
y/o formación tradicional, preferencias sexuales o de cualquier otra índole,
del diagnóstico real o supuesto y su pronóstico, y de cualquier otra
limitación, diferencia o desventaja que pudiera tener para con otro ser humano
en todos los órdenes.
Sírveme solícita, leal, comprometida, subsidiaria,
solidariamente y con verdad siempre, empleando toda tu capacidad y destreza por
el tiempo que sea necesario en mi atención y cuidados.
Escúchame, oriéntame, acompáñame y entiéndeme como un
ser humano íntegro; cuerpo y mente con historia y destino único, modelado bajo
determinadas circunstancias ambientales, económicas, políticas, sociales y
culturales, y confórtame en mi sufrimiento con calor humano y esperanza,
procurando mi alivio físico y moral necesario siempre.
Provéeme o facilítame dentro de lo posible, todo
aquello que contribuya a mi bienestar material, físico, mental, espiritual y
social, incluyendo, pero no limitándose, a la compañía de mis seres queridos.
Evítame todo daño actuando con prudencia y sin riesgos
buscando sólo mi mayor beneficio, y protégeme contra cualquier agresión directa
o indirecta ya sea física, mental, moral o de cualquier otra índole, utilizando
todas las medidas pertinentes. Defiende mis derechos sin limitaciones y hazlos
valer ante los demás cuando sea necesario.
Que tu lenguaje y tus comunicaciones sean siempre
claras, oportunas y completas, y aceptes en su caso, mi deseo de no ser
informado. Esto es válido también para con mis familiares, tutores o
representantes legales en el caso que por alguna circunstancia yo no esté en
capacidad de recibirlas y decidir autónomamente. Procúrame un intérprete si no
hablo tu idioma siempre que ello sea posible, y los apoyos necesarios que
corrijan, en su caso, cualquier discapacidad mental, visual, auditiva, oral y/o
motriz que tuviese.
Enséñame los caminos, medios y recursos de cualquier
índole necesarios, posibles y accesibles para promover, mantener, aliviar o
recuperar la salud por mis propios medios.
Demuéstrame tu capacidad y experiencia en la atención
al problema de salud que me aqueja, cualquiera que sea. Sé sincero en reconocer
tus limitaciones para con mi atención oportunamente, y bríndame la forma o
medio posible para contrarrestarlas.
Antes de proceder infórmame sobre lo que quieres hacer
y actúa con mi consentimiento por escrito si es necesario, o el de mi tutor o
representante legal de acuerdo con los principios éticos y legales que la ley
señala.
Permíteme discutir y rechazar en su caso dentro del
marco de lo que prevea la ley y bajo información, cualquier asunto relativo a
mi problema de salud aún cuando éste se oponga a tu criterio, incluyendo, pero
sin limitarse, a la investigación y enseñanza, sin que por ello yo reciba
sanciones, reproches, rechazo o cualquier otro tipo de daño.
Al ingresar a un hospital o clínica, infórmame por
escrito acerca de los horarios de visitas, de los servicios que ofrecen y sus
costos, así como de mis obligaciones y derechos en el mismo.
Trátame
con discreción y privacía, guardando estrictamente y bajo protección (excepto
aquello que la ley indique) todo lo relacionado con mi problema de salud. Esta
información sólo podrá ser revelada a terceros con mi consentimiento por
escrito cuando ello se me solicite oportunamente, o mediante la autorización de
mi tutor o representante legal si yo no estoy en capacidad de hacerlo.
Respeta mi derecho a conocer la información contenida
en mi expediente médico y facilítame su consulta y, a solicitud expresa mía o
de mi tutor o representante legal, copias o resumen del mismo.
Considera la fortaleza, confianza y seguridad que pudiera
yo tener al solicitar otra opinión de un proveedor de servicios de salud
distinto a ti, elegido por mí libremente.
Atiende a mis quejas con tolerancia, paciencia y
prontitud, procurando darme soluciones adecuadas y suficientes para cada una de
ellas. Evita que se repitan en el futuro.
Asegúrame en la medida posible, el acceso a un
defensor de derechos del paciente en el nivel de atención en el que me
encuentre para asesoría, tramitación, intervención y/o facilitación en la
resolución de problemas, quejas, sugerencias y propuestas surgidas en torno a
la atención de mi problema de salud.
Oriéntame acerca de la asistencia de trabajo social
necesaria para la coordinación entre servicios y prestadores de servicios de
salud o entre unidades de atención, para el llenado de formularios, sobre
informaciones varias, y en relación a citas subsecuentes y otras necesarias a
mi atención y cuidados presentes o futuros.
Garantiza la continuidad en mi atención médica
cualquiera que sea la modalidad (pública, social o privada) en que esta se me
ofrezca: consultas subsecuentes, interconsultas, valoraciones, citas para
exámenes de laboratorio y/o gabinete, curaciones, procedimientos u otros.
Avísame oportunamente si por alguna razón válida
tuvieras que dejar de atenderme e indícame, en la medida posible y con el
tiempo suficiente, cómo y con quién tramitar o arreglar dónde seguir contando
con el apoyo que necesito.
Anticípame con oportunidad si tuvieres alguna objeción
de conciencia en tu actuar médico contraria a mis deseos (no aceptar
transfusiones de sangre, atenderme en huelga de hambre, esterilizaciones, etc.)
o de cualquier restricción de índole política hospitalaria establecida que
pudiera limitar mi atención elegida (abortos, esterilizaciones,
fertilizaciones), para yo poder elegir libremente a otro proveedor de servicios
de salud u hospital en su caso.
Infórmame con anticipación las razones a favor y en
contra que tuvieras para considerar mi traslado a otra unidad de atención para
tratar mi problema de salud, y acepta mi libre y voluntaria decisión de
rechazarlo, en su caso, entendiendo sus consecuencias. En el caso de aceptar el
traslado, confirma previamente mi aceptación y recepción por parte del personal
en el nivel y lugar de destino.
Que tu trato hacia mí sea de completa libertad en tus
juicios clínicos y éticos, sin ninguna injerencia externa que los deteriore,
distorsione, limite, o impida.
Déjame contribuir y colaborar de acuerdo a mi
experiencia y mis necesidades de enfermo, a enriquecer nuestro conocimiento orientado
a la resolución de mi problema de salud.
Considera el pago o la gratuidad de tus servicios ya
en honorarios u en otra forma, de acuerdo con los principios de generosidad,
justicia, solidaridad y equidad, y a mis posibilidades económicas. En caso necesario,
remíteme si ello es posible, con un asesor financiero que me pueda brindar
opciones viables y razonables para su pago.
Cuando me encuentre incapacitado para tomar decisiones a
consecuencia de un grave deterioro físico y/o mental, como por ejemplo, con
daño cerebral severo e irreversible o tumor maligno diseminado en fase
avanzada, considera mi
atención cumpliendo con los requisitos morales y legales correspondientes
y, si así lo he expresado, con mis deseos dados en el “testamento vital” o
“voluntad por anticipado” en donde rechace, pero sin limitarse a estos, el uso
de recursos que prolonguen
mi vida por medios artificiales tales como técnicas de soporte vital, líquidos
intravenosos, fármacos o alimentación artificial. En caso de alguna objeción a ello, házmelo saber a mí
o a quien me represente legalmente con la oportunidad necesaria para decidir en
consecuencia.
Llegada mi hora déjame morir con dignidad y respeto,
libre de terapias fútiles o encarnizadas y sin esperanza, sintiendo junto a mí
y con los míos siempre que sea posible, el apoyo de ellos, y del de quien con
delicadeza y sensibilidad abraza la noble misión de atender y asistir a los
problemas de salud de sus congéneres.
Que mi cuerpo sea tratado digna y respetuosamente
después de muerto, independientemente de si se trata de necropsias, donación o
trasplante de órganos y tejidos u otros estudios o fines, y se brinde atención,
apoyo y asistencia a mis familiares, amigos y representantes legales en todo lo
que sea posible.
Al final, si has procedido así, recibirás la recompensa
suprema que otorga la satisfacción del deber cumplido dignamente y en
conciencia en la atención y asistencia de un semejante enfermo, cualquiera que
haya sido el resultado obtenido: el agradecimiento, reconocimiento y honor
implícito o explícito siempre de parte del paciente, de los suyos y de todos
nosotros hoy y siempre.