La insoportable contrariedad del no ser.
La vida no es
fácil para ninguno de nosotros.
Debemos tener
perseverancia y, sobre todo, confianza en nosotros mismos.
Debemos creer
que estamos dotados para algo y que esto debe ser alcanzado.
Marie Curie
Dr. Xavier A. López y de la Peña
Con el aviso de la llegada y rápida
propagación ulterior de la enfermedad, SARS-Cov-2 o Covid-19, el mundo se
trastornó y pasamos vivencialmente de una insoportable levedad del ser, a
la más insoportable contrariedad del no ser.
Cercanía, abrazos, besos y caricias,
ahora se ofrecen, cuando mejor con un guiño, un gesto, una señal con las manos
y, por supuesto, con trozo de tela de por medio: un tapabocas. Saludo de manos: imposible. Adquirimos
una dependencia imprescindible del sanitizante y del gel anti bacterial. El
nuevo virus nos acecha, nos ataca, nos puede llevar a la muerte; más, si
tenemos alguna comorbilidad o edad avanzada
La zozobra por cumplir con el trabajo
se incrementa por la imposibilidad de salir de la casa. Hay un estado de
tensión aumentado. El miedo, la desconfianza y el recelo al contagio, nos
aprisionan el cuerpo y el alma.
Vivimos ahora, forzadamente, en y con
nosotros mismos. Nuestros pensamientos e ideas se constriñen a nuestro doméstico
entorno. Con ello afloran desencuentros con nosotros mismos y los, muchos o pocos,
que nos rodean. No hallamos lugar de sosiego y paz.
Angustia que, muchas veces, calma con
la comida, pero ¿qué comer? ¿quién saldrá a comprar?; además, ¿con qué dinero
voy a pagarla si no puedo salir a vender mi mercancía?
El transporte público aterra. Que si
no se respeta la sana distancia, que si no usan cubrebocas.
Nos atosigan con los semáforos de la
contingencia. Hoy rojo, mañana naranja y después nuevamente rojo. ¡Ya se aplanó
la curva! gritan algunos; mentira, otros musitan y aún peor, otros ni en cuenta
lo toman. La infodemia también nos ahoga.
Ya la economía se vino al traste.
Cerraron muchísimas empresas y pequeños negocios. El vendedor de automóviles
ahora fabrica tapabocas. El adulto despedido de la empresa textilera de la
esquina de la calle Zaragoza con Jacobo Sota, ahora vende tamales de casa en
casa en nuestra colonia.
Petróleos mexicanos perdió 44 mmdp en
el segundo trimestre de este año.
El Producto Interno Bruto (PIB)
"disminuyó (-)17,3% en términos reales en el trimestre abril-junio de 2020
frente al trimestre previo, con cifras ajustadas por estacionalidad",
señala el INEGI; también, que 2.1 millones de personas perdieron sus empleos, pero
fueron catalogadas como población económicamente inactiva.
Coneval informa que, para el segundo
trimestre de 2020 el porcentaje de la población con un salario inferior al
costo de la canasta básica aumentará de 37.3 a 45.8%. Además, la pobreza por
ingresos puede aumentar entre 7.2 y 7.9 puntos porcentuales, por un incremento
de la población en situación de pobreza extrema por ingresos entre 6.1 y 10.7
millones de personas para 2020, mientras que para la pobreza laboral se estima
un aumento de 37.3% a 45.8% en el segundo trimestre del 2020.[i]
¡Qué horror!, pero ya llegó Lozoya
extraditado de España y está soltando la sopa. Sopa,
por supuesto, que no nos dará de comer a nosotros sino a la prensa amarillista,
pendiente de su llegada a México, de cómo se viste, qué semblante tiene, a
quién salpicará de la bancada del PAN, PRI, PT, VERDE, etc., y cuánto. ¿Cuándo
pisará la cárcel, quienes lo acompañarán y que tratamiento está recibiendo para
su gastritis, esofagitis, o quién sabe que “itis” en el chalet (perdón)
hospital al que llegó como un reo fifí, digno de toda política consideración?
Leo la revista PROCESO y acabo irritado tirándola nuevamente a la basura,
maldiciendo el haberla leído (otra vez) y percatarme de que hágase lo que se
haga poco (lastimosamente) se cambia y siempre me deja un sabor amargo en la boca,
un coraje que parecen dos, y una desesperanza abonada por el aislamiento social
que nos priva de la “otredad” y su circunstancia.
Pero, ¡¿qué voy a hacer mañana?!
Bajo el encierro (ya de cuatro meses)
en que muchos nos encontramos, supongo que deberíamos planear algo
constructivo.
¡Sí!
Pero no necesariamente el de hacer un
mueble modernista de madera para la cocina estilo NewFoW (por sus siglas en
inglés de Forniture on Wisdom), ni de diseñar un Algoritmo Cuántico para
hacer que se determine con suficiente antelación el momento óptimo de aparición
del próximo huracán en las Bermudas; tejer un chal para la comadre Ceci,
impermeabilizar la azotea o zurcir los calcetines, etc., etc. ¡No!
Sea como sea, me doy cuenta de que no
tengo suficiente madera en mi taller para lo primero, ni capacidad neuronal
para lo segundo, pero sí de que, básicamente y de forma general: porque no tengo
ganas.
Esto es, como que empiezo a suponer
que me ha entrado algo de depresión. El trajín doméstico trastoca horrible e
inexorablemente nuestra cotidianidad. Ya queremos salir. Ir a la oficina, la
fábrica, la empresa o la negociación a trabajar como hacíamos en la “otra
normalidad”; al cine o al teatro; con los amigos y compañeros, a practicar
fútbol, tenis, natación o gimnasia y mucho más. Pero nada, ahora la “nueva
normalidad” nos mantiene sujetos al encierro #QuedándonosEnCasa.
¡Ah!, pero creo que puedo iniciar una
novela. Pero ¿sobre qué?
Bueno, creo que no en estos
tiempos sobre la batalla de las Termópilas analizada bajo una óptica
hermenéutica, o sobre el tema de la usura como lo manejara Shakespeare en el
Mercader de Venecia, pero considerándolo desde el punto de vista de Adam Smith,
como tampoco podría abordar el tema de discutir lo que se ha escrito sobre la Ecléctica
herejía entre los mozárabes cordobeses durante la dominación islámica. ¡No!
Habrá de ser, una novela sobre la nueva realidad ya que esta afirmación está
de moda.
¡Sí!, trataríase entonces de un
melodrama inmerso en una realidad aumentada o un suprarrealismo; tal vez, de un
alterado realismo mágico evocando un nuevo Macondo decadente, en
retroceso, poblado por habitantes sometidos al descrédito en medio de la
corrupción, el desengaño y la prepotencia de un líder anacrónico, pero
poderoso, vil pero malicioso, maldiciente y andrógino o misógino -según la
conveniencia del caso-, por añadidura. Mucha intriga y misterio entrelazado con
un inacabable desborde de pasiones por parte de los protagonistas que se ven
sin mirarse, hablan sin oírse y entienden sin comprenderse, en una alegoría
fantástica y frenética para alcanzar a toda costa la deseable eutimia.
La novela en mente se dividirá en
cinco partes, es decir, propositivamente se integrará en una pentalogía.
En la primera parte se esbozará -detalladamente
por supuesto-, el profundo desengaño sufrido por la bella Eufrosina al saber
truncado su matrimonio con el internacionalmente afamado cimbalista, de origen
chipriota, Mefifiso de Cue, causado por la innoble y decidida interferencia del
mismísimo vice director del Chase-Manhattan Bank: míster Fushing Woldenberg.
Toda la trama tendrá verificativo en
el sofocante clima tropical de un enclave cercano al canal de Panamá;
específicamente, en un amplio territorio ubicado a la orilla suroeste del Lago
Gatún. En el argumento se seguirá la vida de la dicha Eufrosina, plagado de
desencuentros con la realidad, esto es, modélicamente interpretada bajo una
mirada psicoanalítica tipo frommiana. ¡Sí!
Al inicio de esta primera parte
habrá, por supuesto, la descripción de una escena impactante para atrapar al
futuro lector desde un principio. Trátase esta parte, del pescador William
López, un enjuto pero recio hombre de mar, natural de la Isla Tambor
perteneciente a la Provincia de Colón, quien súbitamente se presenta ante el
comandante de la sexagésima zona militar del regimiento ProCanal, el despótico
y mal encarado Juan. G. Valdovinos, dándole la noticia de que la hormiga
fórmica, (una plaga transgénica proveniente del sudeste asiático) ha
invadido la chacra del mismísimo ministro del interior, Jacobo Spadafora (padre
de la bella Eufrosina), y dado muerte al retirado abad y destacado polímata,
Josefo Nasso.
La segunda parte, tratará del
vericueto seguido por la bella Eufrosina dentro del seno familiar, desarrollado
en un ambiente campirano sazonado con el Deporte de Lazo que practican los
vaqueros panameños, el arraigado gusto por el sancocho, el chicheme y el seco,
y la intromisión de la delincuencia organizada llamada Forza Nuova en el
trasiego de cocaína proveniente de Colombia, a través del canal.
La realidad y la fantasía compiten,
se oponen y expresan en el desarrollo de la cuasi insondable personalidad de la
bella Eufrosina, quien enfrenta el carácter recio de su padre, Jacobo Spadafora
y el de la indulgente y bipolar Anselma Guituy, su madre. La bella Eufrosina
fue la tercera de 8 hijos habido del matrimonio de los antedichos, y cada uno
de ellos con una particular historia casi imposibles de seguir en esta novela,
por lo que habrán de tratarse solo de una forma superficial.
La bella Eufrosina pues, nace en
Chitré, Provincia de Chiriquí el día 18 de junio de 1983, tres meses antes de
que ascendiera a comandante en jefe de la Guardia Nacional de Panamá, el nefasto
General de Cuatro Estrellas, Manuel Antonio Noriega.
…….
Bueno, quiero terminar hasta aquí
para no quitarle más tiempo al lector, porque me asalta, en este encierro otra
idea para seguirla quizás en otro ensayo y que versaría epistemológicamente sobre
la discusión suscitada entre Teetetes, discípulo del geómetra Teodoro y
Sócrates, en el diálogo que sostienen sobre la Ciencia. Además, creo que el
encierro forzado ya está pasando en mí la factura, pero…
#QuédenseEnCasaPeroHaganAlgoConstructivoGracias.
[i] .
Eugenio Herrera Nuño. ¿Alcanza el salario mínimo del 2020 para comprar la
canasta básica mexicana? Disponible en: https://www.liderempresarial.com/alcanza-el-salario-minimo-del-2020-para-comprar-la-canasta-basica-mexicana/#:~:text=El%20valor%20de%20una%20canasta,salario%20m%C3%ADnimo%20durante%20el%202019.