Primera cirugía de ligadura de la arteria axilar
en América. Aguascalientes, México 1864.
Dr. Xavier A. López y de la Peña.
Durante la intervención francesa, el 12 de enero de 1864, el cirujano francés Jules Aronssohn (1830-1902)1 efectuó con éxito en la ciudad de Aguascalientes, Ags., México, la primera ligadura reportada hasta ahora en América de la arteria axilar en un torero mexicano, desgarrada a consecuencia de una cornada acaecida en una fiesta de toros.
El 12 de enero de 1864 había una corrida
de toros en Aguascalientes. El torero Severiano Montes quiso subir a la
balaustrada para escapar a la embestida del toro que había hecho por él. Pero
había llovido. Los postes de madera estaban resbalosos: el desgraciado cayó de
vuelta al ruedo y fue embestido por el animal antes de poderse levantar.
Recibió una cornada en la axila derecha. Puesto que estaba yo presente en la
función, pronto estuve al lado del torero.
La hemorragia era espantosa. El cuerno
del animal, rematado en forma de espiral muy alargada, había penetrado por en
medio del hueco de la axila en dirección al húmero. Desde ese punto el pitón se
había enderezado y había penetrado a más de diez centímetros de profundidad; el
dedo entero desaparecía dentro de la herida. La sangre corría abundantemente
como formando una capa; tenía el color de la sangre arterial. Al introducir el
dedo en la herida no se sentía el latir de la arteria humeral: había que
remontarse hasta la arteria axilar para poder encontrar los latidos. La
compresión en ese punto, ayudada por la compresión de la arteria subclavia,
hacía disminuir considerablemente la hemorragia. De ese modo la sangre solo
manaba lentamente y ya no tenía el color de la sangre arterial; intente
precisar de manera correcta las indicaciones para este gravísimo caso, ya que
me parecía evidente que tenía la vida del herido en mis manos.
Al cambiar de lugar la
compresión, buscando la ausencia o la presencia de los latidos en el trayecto
del vaso sanguíneo, me percaté de que la hemorragia disminuía poco a poco. De
tal manera que, según mis cálculos, una hora después del percance todo el
derramamiento de sangre arterial había cesado y pude dejar de aplicar
compresión alguna. No me cabe duda de que esta supresión de la hemorragia se
debía al carácter mismo de la herida: es bien sabido que, tratándose de heridas
arteriales por desgarramiento, la hemorragia cesa por sí sola. La industria
moderna nos ha dado multitud de ejemplos de este tipo cuando hablamos de
miembros arrancados por las máquinas. Era absolutamente necesario ligar el vaso
aún a riesgo de exponer al herido a una hemorragia secundaria, la cual podría
causarle la muerte, ya que había perdido más de dos kilogramos de sangre. El
lugar para llevar a cabo la ligadura se situaba en la mitad del tercio inferior
de la arteria axilar, ya que los latidos desaparecían justo en el punto en que
dicha arteria se convierte en humeral, y ya no podían identificarse en toda la
parte inferior del miembro.
La operación en sí no tuvo
nada de particular. A manera de precaución, el señor Logeay, veterinario, quien
tuvo la bondad de asistirme durante el procedimiento, llevó a cabo la
compresión de la arteria subclavia;4
se procedió a ampliar la herida y la arteria quedó al descubierto y fue ligada
después que se constató fehacientemente la presencia de los latidos
correspondientes.
El herido no había dejado
de estar en posición horizontal y no había perdido el conocimiento. Se trataba
de un indio de 24 años de edad, de estatura mediana, temperamento bilioso y
buena constitución física, pero de escaso desarrollo muscular. A pesar de ello,
fue un nuevo ejemplo de la facilidad con que los traumatismos llegan a curarse
en ciertas razas; esta propensión ha sido constatada en la raza árabe por todos
los médicos militares que han vivido en África y por lo visto está también
presente en los indios.
La herida cicatrizó tan
rápido, que el herido consideró prudente retomar sus actividades, y no sin
sorpresa le vi reaparecer en el ruedo el 26 de enero, quince días después del
percance. Intentó en varias veces estoquear al toro, pero le faltaba fuerza y
tuvo que renunciar a estos esfuerzos demasiadamente dolorosos. Esta imprudencia
no tuvo consecuencias nefastas: la ligadura se desprendió el 29 de enero, y
para los primeros días de febrero la herida había cicatrizado por completo. En
esos días, se sentían latidos muy débiles en la arteria radial derecha: la
arteria humeral por debajo de la ligadura todavía estaba inmóvil.
El torero que nos ocupa ya
había recibido con anterioridad una cornada en la axila izquierda, más la
arteria no había sido afectada y la herida se había curado sin complicaciones y
sin cuidados. Después de que hubo curado de su segunda herida, el hombre lucía
en cada axila una cicatriz irregular y similar: si uno no hubiera conocido el
origen de las mismas hubiera podido atribuirlas a la supuración de ganglios.
México, 28 de diciembre 1864.
1 . Fotografía de Jules Aronssohn de 1884. Tomada de: Raúl Aragón López y José
Francisco Coello Ugalde. Historia de la cirugía taurina en México. Cirujanos
Taurinos Mexicanos de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina, México
2018. Consultado en internet el 8 de enero de 2023 en:
https://issuu.com/fcth/docs/03_junio_29a
2 Alfredo de Michelli. Los inicios de la cardioangiología mexicana en los
albores de la Academia Nacional de Medicina. ArchCardiolMex.2016;86(3):276-281.
3. Catalogue des médiathèques de la Ville et de l’Eurométropole de Strasbourg.
Consultado en internet el 9 de enero de 2023 en: https://www.mediatheques.strasbourg.eu/clientBookline/recherche/NoticesDetaillees.asp?INSTANCE=exploitation&iNotice=0&ldebut=&chkckbox23=off&chk0=on&chk1=off&chk2=off&chk3=off&chk4=off&chk5=off&chk6=off&chk7=off&chk8=off&chk9=off&DISPLAYMENU=&IDTEZO=&IDTEZOBASE=&IDTEZOFORM=
4. Probablemente siguiera el método de Dall de compresión para la
subclavia: En el hueco supraclavicular, detrás de la parte media de la
clavícula, a 2 pulgadas por fuera de su extremo interno y estando el hombro
fuertemente deprimido y sin apoyo, se introduce profundamente el pulgar, con el
pulpejo hacia abajo, por detrás y hasta debajo de la clavícula, por fuera del
escaleno anterior, apoyándose por detrás en el lado del cuello con los otros
cuatro dedos extendidos y se comprime la arteria subclavia contra la primera
costilla. Se comprueba la eficacia de la compresión por los latidos de las
arterias del brazo. El pulgar puede ser reemplazado por un sello de lacrar o un
objeto análogo convenientemente acolchado. Pero, digital o instrumental, la
compresión de la subclavia exige, para ser eficaz, un esfuerzo enérgico;
durante las maniobras operatorias, es muy difícil de mantener de un modo
regular y no siempre detiene por completo la circulación; es poco conveniente,
además, en los cuellos gruesos y cortos. Consultado en internet en:
diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/13125/3/b16917108_0003.pdf.
5 . Jean Meyer, Yo, el francés, biografías y crónicas. La Intervención en primera
persona, p. 324. Citado en: El Sitio de Puebla. 150 aniversario. Arturo Aguilar
Ochoa. (Coordinador). Instituto Nacional de Estudios Históricos de las
Revoluciones de México. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Instituto de
Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”. México 2015, p. 216.
6. México, carta del 26 de septiembre de 1865, citada en: MEYER, Jean. México en
un espejo: testimonio de los franceses de la intervención (1862-1867) In:
México Francia: Memoria de una sensibilidad común; siglos XIX-XX. Tomo II [en
línea]. Mexico: Centro de estudios mexicanos y centroamericanos, 1993 (generado
el 09 janvier 2023). Disponible en Internet:
<http://books.openedition.org/cemca/833>. ISBN: 9782821828001. DOI:
https://doi.org/10.4000/books.cemca.833.
7. Morton Subastas. Expedition du Mexique. Medalla y Certificación a Monsieur
Aronssohn. Libro: Micard, Etienne. Consultado en internet el 24 de enero de
2023 en: https://live.mortonsubastas.com/online-auctions/morton-subastas/expedition-du-mexique-medalla-y-certificado-a-monsieur-aronssohn-libro-micard-etienne-la-france-au-mexique-piezas-3-2830410
8. Ancestry. Jules Aronssohn. Consultado en internet el 10 de junio de 2022 en: https://www.ancestry.com/genealogy/records/jules-aronssohn-24-64gk96
9. Herrera, Mario Alain, Millán, Mauricio, del Valle, Ana Milena,
Betancourt-Cajiao, Mateo, Caicedo, Yaset, Caicedo, Isabella, Gallego, Linda M.,
Rivera, Diego, Parra, Michael W., & Ordoñez, Carlos A. (2021). Control de
daños del trauma vascular periférico - No le tema a la fosa axilar o poplítea.
Colombia Médica, 52(2), e4074735. Epub April 10, 2021.https://doi.org/10.25100/cm.v52i2.4735