Entresijos
de
la percepción.
Todo lo que escuchamos es una opinión,
no un hecho.
Todo lo que vemos es una perspectiva,
no la verdad.
Marcus Aurelius Antoninus
Dr. Xavier A. López y de la Peña.
Podemos decir que
la percepción es un conjunto complejo de actividades y procesos
ocasionados por la estimulación recibida por nuestros órganos sensoriales de la
que obtenemos información sobre nuestro entorno, la interpretamos, la
comprendemos y respondemos con determinadas acciones.
La percepción es, pues, la
sensación interior que resulta de una impresión producida en los sentidos
corporales según señala la RAE, o la acción y efecto de capturar por completo
las cosas.
De hecho, la percepción es una
imagen mental que hacemos del mundo que nos rodea a partir de la información
que recibimos y de nuestra propia experiencia. Es, además, una forma de
percepción subjetiva y muchas veces selectiva ya que solemos
prestar más atención a lo que nos alerta, agrada, satisface, conviene o sirve
más o mejor tanto en el tiempo presente como para el futuro, dentro de cierto
grupo social y modelo cultural.
El intrincado proceso perceptivo que
desarrollamos es simbólico, gracias a una mejora adaptativa que
desarrollamos favorecida por la evolución y con ella construimos una
representación del mundo que nos ayuda a prepararnos para operar en él de una manera
más práctica y eficaz.1
Viene entonces saber si, de las
acciones que ejecutamos en consecuencia acordes a lo percibido es
verdadero o es falso, aceptable o inaceptable, bueno o malo, útil o inútil, conveniente
o inconveniente, justo o injusto.
Veamos algunos ejemplos sobre las
decisiones tomadas a través del voto por un grupo de personas sobre un mismo
tema y que evidencian, dadas sus respuestas, que perciben el tema de
manera “diferente”:
En Francia, la inclusión del aborto
en la Ley fundamental el pasado 4 de marzo, se aprobó por amplísima mayoría con
780 votos a favor y 72 en contra de la libertad de interrumpir voluntariamente
el embarazo.
En España, el pleno del Congreso avaló
también en este mes, con 178 votos a favor y 172 en contra, la ley de amnistía,
que busca beneficiar a centenares de personas encausadas por el proceso de la
autonomía catalana, y que se remite al senado. También el Congreso aprobó la ley
de la eutanasia con 202 votos a favor frente a 141 en contra tras un intenso
debate entre quienes ven en la norma una aberración moral y apuestan en su
lugar por un refuerzo integral de los cuidados paliativos y una dotación máxima
de medios.
En México, el pleno del Senado
aprobó con 67 votos a favor y 34 en contra, reformas a la Ley Federal del
Trabajo, para que los patrones hagan descuentos salariales obligatorios
a los trabajadores para cubrir el pago de sus cuotas sindicales. También, en la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 5 ministros
revisaron el caso presentado por la organización feminista GIRE (Grupo de
Información en Reproducción Elegida) sobre los artículos 330 al 334 del Código
Penal Federal, que sancionaban con penas de prisión la práctica de abortos
voluntarios en instituciones de salud federales. En ella, 3 ministros votaron a
favor de la despenalización total en la ley federal, mientras que 2 sostuvieron
que solo debería amparar a los promoventes del caso. Por lo tanto, dada la
mayoría de 3 a 2, se resolvió como veredicto (decisión de un órgano colegiado,
que debe emitir una única decisión final): "que es inconstitucional el
sistema jurídico que penaliza el aborto en el Código Penal Federal" ya que
"viola los derechos humanos de las mujeres y personas con capacidad de
gestar", así que la interrupción voluntaria del embarazo no podrá ser
castigada si se practica en instituciones de salud administradas por el
gobierno federal.2
En otro caso, el Pleno de la Cámara
de Diputados avaló el 19 de octubre de 2023 en lo general, con 260 votos a
favor, 195 en contra y cero abstenciones, el dictamen por el que se expide la
Ley de Ingresos de la Federación para 2024, la cual contempla ingresos
totales por 9 billones 66 mil 045 millones de pesos y, más aún, en una encuesta
realizada por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de
México, 72% de los encuestados piensa que la eutanasia debería
legalizarse en el país, 14% considera que esto no debería ocurrir y 14%
prefirió no tomar una posición al respecto.3
¿Por qué nos encontramos entonces
ante opiniones tan disímbolas sobre un tema específico?
Bueno, porque percibimos de
diferente manera las cosas y esta diferencia de opiniones, como en muchas
otras, no solo se debe a factores técnico-judiciales o a elementos legales,
sino a un amplio grupo de situaciones psicológicas y de carácter social o
extralegal que llegan a explicar hasta en un 60% las variaciones de nuestros
juicios.
Opinamos pues, y decidimos en su
caso, motivados o impulsados por una gran cantidad de variables posibles
en un entorno de incertidumbre que se aparta, con mucha frecuencia, de los
principios básicos de la probabilidad.
Dentro de nuestras variables
internas, homeostáticas o sicológicas, cada persona responde según les considere
acorde con sus necesidades fundamentales como pueden ser: Su integridad física
y salud, sus creencias (religiosas o morales), su propio sistema de valores, su
autoestima, su prestigio y modo de aceptación en el grupo social (familiar,
laboral o económico) en el que se desarrolla, su rol dentro de ella y otros.
En el entorno social nuestro modo de
respuesta no sigue una lógica matemática donde, después de haber seguido
un razonamiento adecuado y haber operado correctamente, llegamos siempre a un
resultado numérico correcto; por tanto, todos debemos tener la misma respuesta
(como ejemplo, el teorema de Pitágoras).
Sin embargo, nuestra mente no
funciona en forma computable ya que se guía por uno de los principios de la
Teoría General de Sistemas que dice que: “El comportamiento de un sistema
biológico depende de su naturaleza física y de las condiciones del entorno
donde tiene lugar éste”.
Estos elementos del entorno proporcionan
el número de comportamientos o respuestas permitidos como afirma el
físico y matemático británico, Roger Penrose, diciendo que “no existe hasta
hoy, un algoritmo que resuelva todas las cuestiones que afectan al
funcionamiento de la mente y a los fenómenos mentales (la evolución del sistema
nervioso en los animales ha ido añadiendo nuevas opciones de comportamiento,
esto es, un mayor número de grados de libertad, hasta crear en el hombre un
sistema tan complejo que escapa incluso a los sistemas basados en algoritmos).
Esto es debido principalmente a que los algoritmos constan de una realidad
única e incuestionable (los números reales, por ejemplo) y se tratan en un
mismo sistema operativo (unas instrucciones precisas que no pueden obviarse),
mientras que la mente trabaja con una realidad “subjetiva”, una “base de datos”
personal (memorias semántica y episódica) y un “sistema operativo” de distinta
capacidad de procesamiento según la persona”.
Para esta diversidad de conductas o
respuestas que pueden darse se tiene la siguiente expresión matemática: f (dp,
ds, dv, do, dm).
En donde dp representa las diferencias
de percepción; ds las diferencias de significado; dv
las diferencias de valoración; do las diferencias de objetivos
y dm las diferencias de motivación.
Es así que cada opinión o respuesta
que demos a algo dependerá de la percepción y proceso que hagamos cada
uno de nosotros de la información recibida, considerando que “no toda
interpretación va seguida necesariamente de una afectación emocional, pero sí
que cada conducta debe ir precedida de un proceso cognitivo, nadie actúa por
que sí, sin más, aunque éste sea mínimo”.
De esta manera, ante la decisión que
habremos de tomar en el próximo período electoral como ciudadanos conscientes,
tendremos que decidirnos de acuerdo a nuestra percepción ya por uno(a)(s)
o por otro(a)(s) en medio de un ambiente nacional fuertemente polarizado en
donde campean la incertidumbre y la inseguridad.
De cierto, es que, si nos fue bien
en esta administración porque recibimos una concesión, un empleo, una pensión u
algún otro beneficio, querríamos que continuaran operando y renovaremos a ellos
el voto.
Sin embargo, si nos fue mal porque
no nos devolvieron el saldo a favor que solicitamos al SAT por nuestros
impuestos, si nos negaron el permiso para construir un mega condominio
horizontal en Tlalpan, o si nos liquidaron en nuestro empleo en el ISSTE por
ser partidarios de otro partido político ajeno al del poder, votaremos por el
otro(a). Si consideramos que el costo de la cancelación del aeropuerto de
Texcoco fue altísimo, en lugar de sólo corregir sus corruptelas, pues ¡tache!;
si tuve problemas porque cerraron la guardería en donde tenía a mis hijos,
¡tache!; si mejoró “algo” mi economía con la pensión a mayores de 65 años,
entonces que sigan; si saber que 180 mil homicidios dolosos se han acumulado en
el país o si 50 mil personas han sido reportadas como “desaparecidas” no nos
dice nada ¡ni hablar!; si el territorio está militarizado, si la refinería de
Dos Bocas produce o no petróleo, si el Tren Maya estará fuertemente subsidiado,
si la CFE quién sabe qué, que si a PEMEX se le condonan impuestos y a mí no,
que si siempre le he ido al partido QR y no me favoreció con una curul que creo
merecer, pues ¡tómala!; que si soy chairo o no, o fifí, pues ¡no se vale!; que
si el candidato X estuvo señalado por corrupción y pretende un puesto en el
senado ¡son ideas y maniobras de los conservadores!; que no hay medicamentos
contra el cáncer ¡culpa de los mafiosos de los fármacos!; que el Seguro Popular
estaba corrupto ¡Tenga su inútil INSABI!, que quiten la CNDH, mueran los
fideicomisos… Abajo el CONACYT, que muera la prensa comprada; que el Poder Judicial…
o que a chuchita la bolsearon…; “abrazos y no balazos” o “castigos y no
impunidad”…
¿Estás conmigo o contra mí, quieres
progreso o retroceso, eres de derecha o de izquierda, conservador o liberal, chairo
o fifí, nativo o extranjero, veracruzano o neolonés, crees en Dios o no, o en
qué…?
¡Bah!
Entonces… ¿Qué datos tiene usted?
La clave para comprender cómo funciona la mente moderna es
darse cuenta de que sus circuitos no fueron diseñados para resolver los
problemas cotidianos de un humano moderno: fueron diseñados para resolver los
problemas cotidianos de nuestros cazadores-recolectores ancestros.
Una
de las razones para explicar este fenómeno, es que las opiniones y creencias
individuales reflejan la forma como cada quien entiende y comprende el mundo
que lo rodea. ¿A un individuo le resultará fácil cambiar los principios y
creencias en los que se basa su concepción de sociedad? La respuesta es no. Cambiar
y repensar los supuestos es difícil y crea disonancia cognitiva, lo cual
conlleva un gasto cognitivo.
De
acuerdo con Kahneman (2013), el cerebro tiende a tomar el camino fácil siempre
que sea posible, ya que este tiende a ser perezoso (gastar menor recursos
energéticos). Los seres humanos prefieren no pensar, ya que esto requiere
energía cognitiva. Así que si se encuentran hallazgos o hechos que vayan en
contravía de nuestras creencias u opiniones se prefiere descartar de plano
dichos hallazgos antes que enfrentar sus implicaciones.4
Así que mejor analice, o cuando
menos trate y procese los entresijos de sus percepciones de la mejor
manera posible antes de, en este caso, votar; razone y actúe posteriormente buscando
el deseable beneficio -si lo hubiere-, no solo para usted sino para
todos.
1 .
José Dahab y cols. ¿Por qué pensamos? Revista de terapia cognitivo conductual.
No. 21, septiembre 2012. https://cetecic.com.ar/revista/por-que-pensamos/
2 .
La Suprema Corte de México despenaliza el aborto en todo el país. 6 de
septiembre de 2023. En https://www.bbc.com/mundo/articles/cp98d0njylpo
3 . UVM Centro de Opinión Pública. https://opinionpublica.uvm.mx/estudios/hacia-una-muerte-digna-mexicanos-favor-o-en-contra-de-la-eutanasia/
4 . Daniel Kahneman. En
https://es.wikipedia.org/wiki/Daniel_Kahneman