CONCEPTOS
Y VERDADES
O
PATRAÑAS
CONCEPTUALES
En el crisol de la vida
donde verdad y mentira convergen,
el alma elige qué senda la rige.
¿La gloria fugaz de la falsa ilusión,
o el arduo camino hacia la razón?
Dr. Xavier A. López y de la Peña.
La
búsqueda de la verdad ha sido uno de los motores principales del desarrollo
humano, desde los filósofos clásicos hasta los científicos contemporáneos. Sin
embargo, en la misma medida la patraña, entendida como la manipulación o
distorsión de los hechos ha sido una herramienta recurrente en la historia para
obtener poder, influir en las masas o proteger intereses personales. En un
mundo saturado de información donde lo verdadero y lo falso se entremezclan con
una facilidad inquietante, resulta imprescindible reflexionar sobre qué
significa vivir en la verdad y cuáles son las consecuencias de aceptar, tolerar
o hasta propagar patrañas.
Recuérdese
que nuestra vida transcurre a través de creencias; esto es, siguiendo un
determinado modelo conceptual creado por nuestra mente para satisfacer una
necesidad o un deseo, generalmente sobre un hecho real o imaginario, del cual
desconocemos o no aceptamos una alternativa o una respuesta racional. Bajo esta
mirada, todas aquellas personas que compartan dicha necesidad o deseo podrían
dar por buena una cierta proposición y actuarán como si fuese verdadera, aunque
de hecho no lo sea.
En
el curso de la historia la verdad y la mentira o patraña han jugado papeles
cruciales en los eventos que han moldeado a la humanidad.
La
verdad tiene la virtud de unirnos, de fomentar e incrementar el entendimiento entre
nosotros para avanzar crecer y prosperar en la vida, en tanto que, con la patraña,
aunque esta pudiera y pueda ser efectiva a corto plazo se siembra la
desconfianza y debilita la infraestructura ética entre nuestras relaciones
tanto a nivel social como institucional.
En
última instancia, dependerá de nuestra capacidad crítica y ética como
individuos y sociedades decidir cuál de estas fuerzas guiará nuestro futuro. De
esta forma, el saber reconocer nuestro papel en la construcción de estas
creencias y su grave diferencia, nos impulsa a propugnar por obtener
integridad, justicia y equilibrio en este mundo tan complejo en el que vivimos.
Recuérdese
que la frase que dice que "una mentira repetida mil veces se convierte
en verdad", atribuida a Joseph Goebbels, cimentó una narrativa que
justificó el odio y el genocidio nazi contra la población judía durante la 2ª.
Guerra Mundial; de hecho, la frenología (Patraña desarrollada a finales
del siglo XVIII y principios del XIX que afirmaba que el carácter, la
personalidad y las capacidades intelectuales de una persona podían determinarse
mediante la forma, medidas y los contornos del cráneo) y disciplinas
relacionadas, fueron instrumentalizadas en la propaganda pseudocientífica nazi
para legitimar su visión del mundo publicando textos e imágenes que mostraban
comparaciones entre cráneos "arios" e "inferiores", creando
una falsa narrativa científica para justificar el racismo y sus prácticas
genocidas.
Veamos
algunos ejemplos de patrañas recientes en medicina que, debidas a causa
de la falta, tergiversación o atraso de conocimientos científicos y a los intereses
económicos en ello frecuentemente involucrados, a las múltiples y variadas creencias
culturales y a la ambición personal que han generado un terreno fértil para la
proliferación de estas prácticas y teorías médicas convertidas, repito, en patrañas
que carecen de fundamento, pero que se mostraron y defendieron como legítimas e
irrefutables verdades.
John
Brinkley
(Estados Unidos) pseudomédico que promovió trasplantes de testículos de cabra
en humanos para curar la impotencia y otros problemas de salud en los años
1920-30. No tenía entrenamiento médico formal y sus tratamientos causaron
infecciones y muertes. Perdió su licencia médica, pero acumuló una fortuna
antes de ser demandado y desacreditado.
Linus
Pauling
(Estados Unidos) ganador del Premio Nobel de Química en 1952 y el de la Paz en
1962, promovió el consumo de mega dosis de vitamina C como cura para el
resfriado común y el cáncer. A pesar de su prestigio, sus afirmaciones carecían
de respaldo científico sólido, y estudios posteriores no confirmaron sus
teorías.
Andrew
Wakefield
(Reino Unido) médico que publicó un estudio en 1998 que sugería una relación
entre la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubéola) y el autismo. El
estudio fue totalmente desmentido y se descubrió que Wakefield manipuló datos y
tenía conflictos de interés financieros. Fue inhabilitado como médico, pero su
fraude inició un movimiento antivacunas que sigue causando brotes de
enfermedades prevenibles. Esta patraña originó una disminución en la tasa de
vacunación, causando rebrotes de enfermedades como el sarampión en todo el
mundo. Wakefield fue desacreditado, y su licencia médica fue revocada, pero el
daño persiste.
Joseph
Mercola
(Estados Unidos) Médico osteópata y promotor de "curas naturales" y
teorías conspirativas quien promueve suplementos, dietas y terapias sin
respaldo científico. Es conocido por negar la eficacia de las vacunas y
promover tratamientos alternativos para el COVID-19, como la inhalación de
peróxido de hidrógeno. Sus afirmaciones falsas sobre la salud han llevado a
sanciones legales y una advertencia de la FDA (Administración de Alimentos y
Medicamentos de EE. UU.). En marzo de 2021, el Centro para Contrarrestar el
Odio Digital nombró a Mercola como una de las 12 fuentes más prominentes de
desinformación sobre el COVID en un informe citado posteriormente por el
Cirujano General de los Estados Unidos, Vivek Murthy.
Hulda
Regehr Clark (Canadá/Estados
Unidos) bióloga y naturópata, afirmó que todas las enfermedades, incluido el
cáncer, eran causadas por "parásitos" y que podían curarse con
dispositivos eléctricos llamados "zappers". No proporcionó evidencia
científica para sus afirmaciones y fue perseguida legalmente por prácticas
engañosas y sus tratamientos desviaron a muchos pacientes de terapias
efectivas. En febrero de 2001 en México, las autoridades inspeccionaron la
clínica Clark's Century Nutrition y ordenaron su cierre, ya que la
clínica nunca se había registrado y funcionaba sin licencia. En junio de 2001,
las autoridades anunciaron que se permitiría la reapertura de la clínica, pero
se les prohibió ofrecer tratamientos "alternativos". La clínica
también fue multada con 160.000 pesos (unos 18.000 dólares), y a Clark se le
prohibió trabajar en México, incluso como consultor; sin embargo, el San
Diego Union-Tribune informó en 2003 que había evidencia de que Clark
continuaba trabajando en la clínica.1 El Director de
Cumplimiento de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus
siglas en inglés) ha declarado que los dispositivos de Clark parecen ser
"fraudulentos".
Wilhelm
Reich
(Austria/Estados Unidos) Médico que promovió la existencia de una energía
llamada "orgón" (como unión de los términos "orgasmo" y
"organismo"), que decía podía curar enfermedades, incluida el cáncer,
mediante acumuladores de energía. Sus teorías fueron desacreditadas, y la FDA
confiscó y destruyó sus dispositivos. Reich fue encarcelado por desobedecer
órdenes judiciales y murió en prisión, pero sus ideas aún tienen seguidores.
Max
Gerson
(Alemania/Estados Unidos) Desarrolló la "terapia Gerson", una dieta
extrema y enemas de café como cura para el cáncer. Su método no tiene respaldo
científico y es considerado peligroso. La terapia Gerson sigue siendo promovida
por clínicas alternativas, desviando a pacientes de tratamientos efectivos. La
FDA no ha aprobado la terapia Gerson como tratamiento del cáncer ni de ninguna
otra enfermedad.2
Samuel
Hahnemann
(Alemania) Fundador de la homeopatía, una práctica basada en el principio de
"lo similar cura lo similar" y el uso de diluciones extremas. Aunque
no fue un charlatán intencional, su teoría carece de base científica y sus
remedios son en esencia agua o azúcar. La homeopatía sigue siendo popular, pero
es ampliamente considerada como pseudociencia.
Peter
Duesberg
(Estados Unidos) Negó que el VIH causara el SIDA, promoviendo teorías
alternativas sin respaldo científico. Sus afirmaciones fueron refutadas por la
comunidad científica, pero contribuyeron a la negación del SIDA. Su influencia
en Sudáfrica llevó a políticas gubernamentales que retrasaron el acceso a
antirretrovirales, causando miles de muertes evitables.3
Kevin
Trudeau
(Estados Unidos) virólogo autor de libros como Natural Cures
"They" Don’t Want You to Know About, donde promocionaba
"curas naturales" para diversas enfermedades. Fue demandado por
publicidad engañosa y sentenciado a prisión por sus prácticas fraudulentas. Vendió
millones de libros, promoviendo desinformación médica generalizada.4
Ernest
Angley
(Estados Unidos) Telepredicador que afirmaba realizar curas milagrosas por
medio de la oración que fue acusado de prácticas engañosas, incluyendo la venta
de "agua milagrosa" y el uso de tácticas de manipulación. Engañó a
miles de personas, muchas de las cuales dejaron de buscar tratamiento médico
adecuado.
Rashid
Buttar
(Estados Unidos) Médico y figura destacada entre los negacionistas de la
pandemia de COVID-19. Promovió el uso de "terapias desintoxicantes"
para enfermedades como el autismo, el cáncer y el COVID-19. Difundió teorías
conspirativas, incluyendo que las vacunas contienen microchips. Fue investigado
por el Consejo Médico de Carolina del Norte, pero su influencia en las redes
sociales contribuyó a la difusión de desinformación médica.5
Mike
Adams
("Health Ranger") Creador del sitio web Natural News, un
centro de desinformación médica. Promueve teorías conspirativas, como que las
vacunas causan autismo. Vende suplementos y productos "naturales"
como alternativas a la medicina convencional. Sus afirmaciones sin base
científica han sido desacreditadas, pero mantiene una audiencia considerable
gracias a su presencia en línea.
Didier
Raoult
(Francia) Virólogo que promovió la hidroxicloroquina como tratamiento efectivo
para el COVID-19. Publicó estudios ampliamente criticados por falta de rigor
científico. Defendió su uso pese a la evidencia de que no era efectivo y podía
ser peligroso. La controversia alrededor de sus afirmaciones desvió recursos y
atención de investigaciones más prometedoras durante la pandemia.6
Robert
F. Kennedy Jr.
(Estados Unidos) Político y activista antivacunas y figura prominente en la
desinformación médica contemporánea. Ha afirmado que las vacunas están
vinculadas a enfermedades como el autismo. Lidera Children’s Health Defense,
una organización que difunde teorías conspirativas sobre salud pública. Su
retórica ha contribuido al aumento del escepticismo hacia las vacunas,
especialmente durante la pandemia de COVID-19.
Stella
Immanuel
(Estados Unidos/Nigeria) Médica que ganó notoriedad en 2020 al promover la
hidroxicloroquina como "cura" para el COVID-19. También afirmó que
ciertas enfermedades eran causadas por "demonios" y "relaciones
sexuales con espíritus". Dirige una clínica en Texas y se presenta como
"líder espiritual" además de médica. Sus declaraciones, amplificadas
por figuras públicas, confundieron a millones sobre tratamientos efectivos
contra el COVID-19.
T.D.
Allan
y la Terapia de Cáncer Alternativa. Promotor de métodos no probados para curar
el cáncer, como el uso de bicarbonato de sodio. Afirma que la acidez del cuerpo
es la causa del cáncer y puede revertirse con bicarbonato. Ha causado que
pacientes abandonen tratamientos médicos efectivos en favor de métodos
inútiles.
EN
MEXICO:
Arturo
Solís Herrera,
Médico oftalmólogo que afirma haber descubierto una forma de energía derivada
de la melanina (Fotosíntesis humana), la cual, según él, podría resolver
enfermedades crónicas y generar energía ilimitada. Promovió la
"fotocatalización de la melanina" como un descubrimiento
revolucionario en medicina. Sus afirmaciones no han sido validadas por la
comunidad científica ni publicadas en revistas revisadas por pares. Ha generado
falsas esperanzas en pacientes con enfermedades graves.7
Issac
Goiz Durán,
pseudomédico poblano creador del “Par biomagnético” en un destacado miembro de las
pseudociencias de las medicinas alternativas similares e inútiles como la
acupuntura, la reflexología, etc. Afirma tonterías como que los imanes de baja
potencia pueden destruir bacterias, hongos, virus y parásitos; que existen
puntos específicos con polaridades magnéticas en el cuerpo humano; que el pH de
un líquido se puede modificar gracias a la acción de imanes de baja potencia; que
existe algún tipo de comunicación electromagnética entre microorganismos; que
enfermedades como la diabetes y el cáncer son causadas por microorganismos
(parásitos, virus, bacterias u hongos), que se hospedan en algún órgano cuyo pH
ha cambiado; que el pH interno natural del cuerpo es neutro y que cuando está desbalanceado
se puede arreglar usando imanes de baja potencia y que los imanes de 10 000
Gauss de potencia destruyen el ADN de los virus y las bacterias (las dañinas,
porque las benéficas, al parecer, no se tocan. 8,9
Actualmente,
las patrañas médicas no han desaparecido y proliferan, aunque se presentan de
maneras más sofisticadas. La industria de los productos milagro, por ejemplo,
sigue floreciendo gracias a la desinformación y la desesperación de quienes
buscan soluciones rápidas a variados problemas de salud. Desde suplementos
dietéticos que prometen curar el cáncer hasta dispositivos que afirman
"reajustar la energía corporal", estos productos suelen basarse en
afirmaciones pseudocientíficas que no resisten el escrutinio riguroso.
Además,
el movimiento antivacunas es un ejemplo contemporáneo de cómo las patrañas
pueden poner en riesgo la salud pública. Basándose en estudios desmentidos y
teorías conspirativas, esta corriente rechaza uno de los avances médicos más
importantes de la humanidad. Las consecuencias han sido evidentes, con el
resurgimiento de enfermedades como el sarampión en regiones donde antes estaban
controladas.
Por
todo ello, combatir las patrañas en medicina requiere un esfuerzo conjunto
entre profesionales de la salud, científicos, gobiernos y la sociedad en
general. La educación basada en evidencia, la transparencia en los tratamientos
y la promoción del pensamiento crítico son herramientas clave para desmantelar
mitos y proteger a las personas de prácticas dañinas.
Por
otra parte, los avances tecnológicos, como las redes sociales y los motores de
búsqueda, han facilitado tanto la diseminación de información válida como la
propagación de patrañas. Esto subraya la importancia de fomentar habilidades de
alfabetización mediática en la población, para que pueda discernir entre hechos
respaldados por evidencia y afirmaciones sin fundamento.
Finalmente
diremos que las patrañas en la medicina, ya como resultado de la ignorancia, la
ambición o la desinformación, han estado presentes en todas las épocas y
contextos. Si bien es imposible erradicarlas por completo, es posible reducir
su impacto a través de la educación, el acceso a la información veraz y el
fortalecimiento de la confianza en la ciencia médica. La verdad, aunque más
compleja y menos atractiva que las promesas falsas, es el único camino hacia
una medicina ética y efectiva que realmente beneficie a la humanidad.
El
dualismo entre verdad y patraña no solo es cosa del pasado; en la actualidad,
el auge de las redes sociales ha exacerbado la tensión entre ambas. En esta era
digital, su impacto es aún más profundo y difícil de controlar.
Como
ejemplo, considérese la difusión de noticias falsas (fake news) durante
elecciones en distintas partes del mundo que ha puesto en jaque a democracias
enteras. Las plataformas digitales en ello empleadas programadas para maximizar
la interacción, con demasiada frecuencia priorizan el impacto emocional sobre
la veracidad, permitiendo que las patrañas se propaguen más rápido y a
una mayor población que la verdad. De esta manera se crea polarización y
desconfianza, que merman sustancialmente la convivencia social.
No
obstante, también contamos con recursos para hacer que la verdad sea
descubierta y compartida mediante la verificación de hechos o fact-checking
que ha llevado a empoderar a millones de personas para discernir entre lo
verdadero y lo falso. Este contraste subraya que la lucha entre la verdad y la
patraña no solo ocurre en los hechos objetivos, sino también en la
interpretación y el uso que hacemos de ellos.
¿Recuerda
usted la Patraña del Agua de Tlacote -Querétaro, México-?
En
las tierras cálidas de Tlacote,
un
rumor se esparció como brote,
agua milagrosa,
decían los sabios,
que
sanaba heridas y rompía agravios.
“Bebed
del manantial que todo cura,
donde
el mal se disuelve y el alma es pura.
Un
sorbo basta, un vaso alivia,
el
cuerpo renace y la fe se aviva.”
De
cerca y de lejos vinieron los fieles,
con
cántaros llenos, con rezos y mieles.
El
rico, el pobre, el santo y el incrédulo,
todos
buscando el toque del céfiro célebre.
Mas
¿Qué es la verdad y qué la patraña?
¿Es
el agua magia o simple espera?
¿Es
fe ciega la que limpia y repara
o un
sueño fugaz que pronto se amaña?
En el
silencio del pozo profundo,
el
eco murmura secretos del mundo.
El
agua es simple, pero tú decides
sí en
ella ves milagros o solo raíces.
Tlacote,
tierra de sueños y engaños,
donde
la esperanza borró los años.
Que
quede la lección, tan clara y sincera:
la fe
no precisa de fuentes pasajeras.
1 . Crabtree, Penni (29 January
2003). "FTC sues over health claims". San Diego Union-Tribune.
Archived from the original on 2 May 2008.
2 . https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/paciente/gerson-pdq
3 . Cohen, J (1994). «The Duesberg
phenomenon». Science 266 (5191): 1642-4. Bibcode:1994Sci...266.1642C. PMID
7992043. doi:10.1126/science.7992043. The Controversy over HIV and AIDS, the
full set of articles by Cohen.
4 . Fraser, L. "Ten Pounds in
Ten Days: A Sampler of Diet Scams and Abuse". Archived from the original
on October 11, 2007.
5 . Consent Order, In re Rashid Ali
Buttar». North Carolina Medical Board. 6 de febrero de 2019. Archivado
desde el original el 2 de mayo de 2020.
6 .
Gilles Rof (25 de março de 2020). «Didier Raoult, l'infectiologue marseillais
derrière la folie planétaire autour de l'hydroxychloroquine». Le Monde.fr.
7 . https://pseudociencia.miraheze.org/wiki/Arturo_Sol%C3%ADs_Herrera
8 . https://ulum.es/isaac-goiz-genio-o-mentiroso2/
9 .
https://pseudociencia.miraheze.org/wiki/Isaac_Goiz