Su fugaz presencia .
Las nuevas
opiniones siempre son puestas en juicio y encuentran oposición,
generalmente, sin ninguna otra razón que la de
ser nuevas.
John Locke
Dr. Xavier A. López y de la Peña.
En México y durante el
período llamado "porfiriato" se debatieron varias teorías médicas
acerca de la enfermedad y su terapéutica.
Al lado de la alopatía
y la homeopatía surgió el tema de la medicina dosimétrica que fuera impulsada a partir del año de 1873 por el médico, cirujano
y profesor de medicina en la Universidad de Gante en Bélgica, Adolph Burggraeve
(1806-1902), quien muy posiblemente se inspiró en las ideas del médico ortodoxo
alemán, Martín Wilhelm von Mandt (1799-1858), profesor en la Universidad de Greifswald
(a partir de 1933 lleva el nombre de Ernst-Moritz-Arndt Universität), quien se
convirtió posteriormente a la práctica de la homeopatía y quien fuera médico de
la corte del zar Nicolás I de Rusia.
Los
principios que este autor propuso tenían las siguientes bases:
1.
Empleo de medicamentos químicamente puros.
2.
Preferentemente en forma de gránulos, como forma farmacéutica.
3.
Establecer y personalizar los tratamientos y
4.
Administrar dichos gránulos en pequeñas y repetidas dosis de forma regular,
hasta obtener el efecto deseado.1
Algunos
países que siguieron de forma muy limitada este novedoso enfoque terapéutico
fueron también: España, Francia, Italia e Inglaterra.
Sin
embargo su teoría cayó en el olvido rápidamente, aunque dejó algunos rastros en
la historia de las compañías farmacéuticas, como lo fuera en la sociedad norteamericana
Abbott fundada en 1888 por el Dr. Wallace C. Abbott, que comenzó sus actividades
con el "Desarrollo de una nueva forma de presentación-dosificación en
"gránulos dosimétricos" para alcaloides activos."2
Esta
teoría se abrió paso en México a través de la revista La Medicina Científica,
impulsada por los doctores Fernando Malanco y Juan F. Fenelón. Esta teoría
enfatiza evitar los efectos secundarios provocados por la alopatía,
particularmente por altas las dosis de medicamentos que se suelen prescribir y
recomendando entonces utilizar sólo elementos puros y en dosis pequeñas y muy
precisas.
El procedimiento
médico requería, en primer término, la aplicación de un purgante para limpiar
las vías digestivas y propiciar la inmediata absorción de los fármacos,
mediante la administración de los gránulos llamados de Sedlitz Chanteaud
(sulfato de magnesia, preparación elaborada por el farmacéutico, Antoine
Charles Chanteaud (1833-1905), director del Instituto de Medicina Dosimétrica
de París.
En
México, la propuesta dosimétrica se establece en 1888 con la publicación de la
revista La Medicina Científica y pronto, El Observador Médico lo comenta de la
manera siguiente:
La dosimetría ha recibido el bautismo de la
moda, está a la orden del día y es de congratularse que personas tan entendidas
y competentes como las que escriben en Medicina Científica vengan a ocuparse
ante nosotros, de un asunto que reclama seriamente la atención de cuanto se
interesen por lo que significa adelanto, y que nunca debe ni adoptarse
ciegamente, ni relegarse al olvido sin haber hecho antes de ello un estudio concienzudo,
detenido y sobre todo desapasionado.3
Compañero
de empresa de Fenelón, el «gladiador de la ciencia» Fernando Malanco, se recibe
en la Facultad de Medicina el 28 de abril de 1872, entra como titular de la
Academia el 21 de abril de 1875. Apóstol de la terapéutica dosimétrica y
fundador de La Medicina Científica de la que publica once tomos como director.
Su laboriosidad en la Academia Nacional de Medicina fue notoria, pero más se da
a conocer en el campo del «escrito científico». Su trabajo para entrar a la
Academia se titula «Estudio higiénico sobre los Panteones, Cementerios y
Muladares de México». Es Inspector General de Vacuna del D.F. en 1875. Muere en
San Antonio, Texas, el 29 de agosto de 1898. Con su desaparición termina el
periodo de auge de la revista que dirige, que significa un importante lugar de
debate de una variedad de problemas médicos.30 Las diferencias que muestra
Malanco con la Academia, parecen ser posteriores a la fundación, en 1888, de La
Medicina Científica.
A
pesar de las diferencias que separan a los representantes de la medicina
dosimétrica de la homeopática, la distancia de los primeros con la alópata
parece ser mayor, sobre todo cuando el poder de La Academia Nacional de
Medicina se impone a la comunidad. Las espadas se blanden de un lado y otro, y
el doctor Malanco, al opinar sobre homeopatía señala:
Apenas puede creerse, sólo la Homeopatía
concurre al foco de luz a enseñar, mientras la Alopatía Ortodoxa que tantos
generales invictos cuenta, que tantos guerreros esforzados numera, retrocede
amedrentada ó pusilánime, se esconde en refunfuños, blande el chisme, y esto
dentro del más vergonzoso tuciorismo[...] Adelante señores, la pereza y el
miedo no son de este lugar; se trata de nuestro deber; está confiada á nosotros
la salud y la vida; vamos á conseguir el acierto, ó, cuando menos, á conquistar
la tranquilidad, en el ejercicio de nuestra profesión.4
Juan
Francisco Fenelón de Uvillos (1833-1893), nacido en Oaxaca de padre francés y
madre mexicana, a los 5 años es enviado a París a realizar estudios hasta
obtener el título en la Facultad de Medicina de París en 1857. Por concurso colabora
como externo del Hospital de Midi. Posteriormente revalida su título en México
en 1861, a donde llega acompañado del doctor Julio Clement, quien había viajado
a Francia. Ejerce su profesión primero en Oaxaca, después en Guadalajara y en
1864 se instala de manera definitiva en la capital. Este mismo año forma parte
del grupo de médicos que integra la Academia Nacional de Medicina. Discípulo
del doctor Clement, se especializa en ginecología y en cirugía general. Es
médico del Hospital Francés y del Hospital González de Echeverría y llega en
ambos lugares a ocupar el cargo de director. Sus trabajos en cirugía,
ginecología y dosimetría son reconocidos. Es redactor de La Escuela de
Medicina, «publicó en este periódico algunos importantes artículos científicos
o de combate», llenos de sprit. Es conocido como «médico de los pobres». Muere
en la Hacienda de Mexía, Zinatlán, Oaxaca a los 57 años.
Fenelón,
aun dentro del marco de la Academia, sigue mostrándose con una posición de
distancia crítica hacia ella. En la sesión de este organismo, del 12 de enero
de 1892, el galeno no sólo señala la poca importancia de la lectura ahí
realizada, pues los socios «dijeron que estaban recibiendo una clase de
botánica y estaban aburridos», sino que también caracteriza al organismo de la
siguiente forma:
La Academia, jamás ha puesto en claro un
punto oscuro de la ciencia, se concreta únicamente á exigir a sus socios, que
presenten trabajos de mayor ó menos importancia, y luego, ó no les hace caso, ó
bien, si los discute y estudia, es sólo por un momento, para mandarlos en
seguida al Archivo y no volverse á acordar de ellos. En términos claros: la
Academia es una agrupación de médicos que pierden el tiempo. Un médico de la
Academia es un hombre vestido de negro que introduce sustancias que conoce
poco, en un Cuerpo que no conoce.5
La
medicina dosimétrica tuvo una vida efímera en el mundo y aquí en México también
(alrededor de 15 años), frente al embate opositor de la medicina alopática
abanderada por médicos de la Academia de Medicina.
En Aguascalientes se
cuenta con una breve aparición de la medicina dosimétrica, misma que quedó
registrada en el inventario de la botica del Hospital Civil elaborado por el
encargado de la misma, Juan N. Marín y con el Vo. Bo. de su director, el Dr.
Manuel Gómez Portugal Rangel, con fecha 23 de junio de 1899.
En
seguida damos cuenta de algunos de los 50 productos dosimétricos adquiridos
para la botica del Hospital Civil a instancias de su progresista director, el
Dr. Manuel Gómez Portugal Rangel.
3 cajas Gránulos
dosimétricos de Hyosciamina.
5 cajas Gránulos
dosimétricos de Arseniato de fierro.
2 cajas Gránulos
dosimétricos de Fosfuro de zinc.
3 cajas Gránulos
dosimétricos de Sulfuro de calcio.
3 cajas Gránulos
dosimétricos de Digitalina.
3 cajas Gránulos
dosimétricos de Valerianato de quinina.
3 cajas Gránulos
dosimétricos de Ácido salicílico.
2 cajas Gránulos
dosimétricos de Veratrina.
2 cajas Gránulos
dosimétricos de Ácido tánico.
2 cajas Gránulos
dosimétricos de Benzoato de amoníaco.
3 cajas Gránulos
dosimétricos de Arseniato de estricnina.
El Dr. Jesús Díaz de
León Ávila se ocupó brevemente del tratamiento médico “dosimétrico”,
particularmente con el uso de arsenicales para el tratamiento de algunas
enfermedades de niños y adultos; son útiles -refiere-, para el tratamiento de
la fiebre carbonosa, fiebre tifoidea, fiebre amarilla, difteria, angina crupal,
tosferina, escarlatina, sarampión, empleando preparaciones dosimétricas de
ácido arsenioso, arseniato de estricnina, arseniato de quinina y arseniato de
fierro.6
1 .
Natividad Alcon Gargallo y Ma. Carmen Vidal Casero. 1895-1897: La Dosimetría.
Revista de Medicina Dosimétrica Catalana. Pp. 9-16. Consultado en internet el 3
de diciembre de 2018 en: https://www.raco.cat/index.php/gimbernat/article/viewFile/43976/53992
2 .
Adolphe_Burggraeve. Consultado en internet el 3 de diciembre de 2018 en:
https://fr.wikipedia.org/wiki/Adolphe_Burggraeve
3
. La Medicina Científica. No. 8, Tomo I 15 de abril 1888, pp. 113-125.
4 .
Fernando Malanco, «La Homeopatía», La Medicina Científica, Tomo I. Entrega 6a.,
15 de marzo de 1888.
5 . Rosalina
Estrada Urroz. Entre Ricord y Fournier: la polémica, de médicos mexicanos sobre
la utilización del mercurio en el tratamiento de la sífilis. Consultado en
internet el 3 de diciembre de 2018 en:
https://books.openedition.org/cemca/855.
6 .
Jesús Gil Rendón. La obra científica del doctor Jesús Díaz de León. Instituto
Cultural de Aguascalientes. Aguascalientes, México 2008. Pp. 206-207.