sábado, 12 de enero de 2019

Medicina Dosimétrica en Aguascalientes, 1899




Su fugaz presencia .


Las nuevas opiniones siempre son puestas en juicio y encuentran oposición,
 generalmente, sin ninguna otra razón que la de ser nuevas.

John Locke

Dr. Xavier A. López y de la Peña.

             En México y durante el período llamado "porfiriato" se debatieron varias teorías médicas acerca de la enfermedad y su terapéutica.
             Al lado de la alopatía y la homeopatía surgió el tema de la medicina dosimétrica que fuera impulsada a  partir del año de 1873 por el médico, cirujano y profesor de medicina en la Universidad de Gante en Bélgica, Adolph Burggraeve (1806-1902), quien muy posiblemente se inspiró en las ideas del médico ortodoxo alemán, Martín Wilhelm von Mandt (1799-1858), profesor en la Universidad de Greifswald (a partir de 1933 lleva el nombre de Ernst-Moritz-Arndt Universität), quien se convirtió posteriormente a la práctica de la homeopatía y quien fuera médico de la corte del zar Nicolás I de Rusia.
             Los principios que este autor propuso tenían las siguientes bases:
             1. Empleo de medicamentos químicamente puros.
             2. Preferentemente en forma de gránulos, como forma farmacéutica.
             3. Establecer y personalizar los tratamientos y
            4. Administrar dichos gránulos en pequeñas y repetidas dosis de forma regular, hasta obtener el efecto deseado.1

             Algunos países que siguieron de forma muy limitada este novedoso enfoque terapéutico fueron también: España, Francia, Italia e Inglaterra.
             Sin embargo su teoría cayó en el olvido rápidamente, aunque dejó algunos rastros en la historia de las compañías farmacéuticas, como lo fuera en la sociedad norteamericana Abbott fundada en 1888 por el Dr. Wallace C. Abbott, que comenzó sus actividades con el "Desarrollo de una nueva forma de presentación-dosificación en "gránulos dosimétricos" para alcaloides activos."2

             Esta teoría se abrió paso en México a través de la revista La Medicina Científica, impulsada por los doctores Fernando Malanco y Juan F. Fenelón. Esta teoría enfatiza evitar los efectos secundarios provocados por la alopatía, particularmente por altas las dosis de medicamentos que se suelen prescribir y recomendando entonces utilizar sólo elementos puros y en dosis pequeñas y muy precisas.
             El procedimiento médico requería, en primer término, la aplicación de un purgante para limpiar las vías digestivas y propiciar la inmediata absorción de los fármacos, mediante la administración de los gránulos llamados de Sedlitz Chanteaud (sulfato de magnesia, preparación elaborada por el farmacéutico, Antoine Charles Chanteaud (1833-1905), director del Instituto de Medicina Dosimétrica de París.

             En México, la propuesta dosimétrica se establece en 1888 con la publicación de la revista La Medicina Científica y pronto, El Observador Médico lo comenta de la manera siguiente:

La dosimetría ha recibido el bautismo de la moda, está a la orden del día y es de congratularse que personas tan entendidas y competentes como las que escriben en Medicina Científica vengan a ocuparse ante nosotros, de un asunto que reclama seriamente la atención de cuanto se interesen por lo que significa adelanto, y que nunca debe ni adoptarse ciegamente, ni relegarse al olvido sin haber hecho antes de ello un estudio concienzudo, detenido y sobre todo desapasionado.3

             Compañero de empresa de Fenelón, el «gladiador de la ciencia» Fernando Malanco, se recibe en la Facultad de Medicina el 28 de abril de 1872, entra como titular de la Academia el 21 de abril de 1875. Apóstol de la terapéutica dosimétrica y fundador de La Medicina Científica de la que publica once tomos como director. Su laboriosidad en la Academia Nacional de Medicina fue notoria, pero más se da a conocer en el campo del «escrito científico». Su trabajo para entrar a la Academia se titula «Estudio higiénico sobre los Panteones, Cementerios y Muladares de México». Es Inspector General de Vacuna del D.F. en 1875. Muere en San Antonio, Texas, el 29 de agosto de 1898. Con su desaparición termina el periodo de auge de la revista que dirige, que significa un importante lugar de debate de una variedad de problemas médicos.30 Las diferencias que muestra Malanco con la Academia, parecen ser posteriores a la fundación, en 1888, de La Medicina Científica.

             A pesar de las diferencias que separan a los representantes de la medicina dosimétrica de la homeopática, la distancia de los primeros con la alópata parece ser mayor, sobre todo cuando el poder de La Academia Nacional de Medicina se impone a la comunidad. Las espadas se blanden de un lado y otro, y el doctor Malanco, al opinar sobre homeopatía señala:

Apenas puede creerse, sólo la Homeopatía concurre al foco de luz a enseñar, mientras la Alopatía Ortodoxa que tantos generales invictos cuenta, que tantos guerreros esforzados numera, retrocede amedrentada ó pusilánime, se esconde en refunfuños, blande el chisme, y esto dentro del más vergonzoso tuciorismo[...] Adelante señores, la pereza y el miedo no son de este lugar; se trata de nuestro deber; está confiada á nosotros la salud y la vida; vamos á conseguir el acierto, ó, cuando menos, á conquistar la tranquilidad, en el ejercicio de nuestra profesión.4

             Juan Francisco Fenelón de Uvillos (1833-1893), nacido en Oaxaca de padre francés y madre mexicana, a los 5 años es enviado a París a realizar estudios hasta obtener el título en la Facultad de Medicina de París en 1857. Por concurso colabora como externo del Hospital de Midi. Posteriormente revalida su título en México en 1861, a donde llega acompañado del doctor Julio Clement, quien había viajado a Francia. Ejerce su profesión primero en Oaxaca, después en Guadalajara y en 1864 se instala de manera definitiva en la capital. Este mismo año forma parte del grupo de médicos que integra la Academia Nacional de Medicina. Discípulo del doctor Clement, se especializa en ginecología y en cirugía general. Es médico del Hospital Francés y del Hospital González de Echeverría y llega en ambos lugares a ocupar el cargo de director. Sus trabajos en cirugía, ginecología y dosimetría son reconocidos. Es redactor de La Escuela de Medicina, «publicó en este periódico algunos importantes artículos científicos o de combate», llenos de sprit. Es conocido como «médico de los pobres». Muere en la Hacienda de Mexía, Zinatlán, Oaxaca a los 57 años.

             Fenelón, aun dentro del marco de la Academia, sigue mostrándose con una posición de distancia crítica hacia ella. En la sesión de este organismo, del 12 de enero de 1892, el galeno no sólo señala la poca importancia de la lectura ahí realizada, pues los socios «dijeron que estaban recibiendo una clase de botánica y estaban aburridos», sino que también caracteriza al organismo de la siguiente forma:

La Academia, jamás ha puesto en claro un punto oscuro de la ciencia, se concreta únicamente á exigir a sus socios, que presenten trabajos de mayor ó menos importancia, y luego, ó no les hace caso, ó bien, si los discute y estudia, es sólo por un momento, para mandarlos en seguida al Archivo y no volverse á acordar de ellos. En términos claros: la Academia es una agrupación de médicos que pierden el tiempo. Un médico de la Academia es un hombre vestido de negro que introduce sustancias que conoce poco, en un Cuerpo que no conoce.5

             La medicina dosimétrica tuvo una vida efímera en el mundo y aquí en México también (alrededor de 15 años), frente al embate opositor de la medicina alopática abanderada por médicos de la Academia de Medicina.

             En Aguascalientes se cuenta con una breve aparición de la medicina dosimétrica, misma que quedó registrada en el inventario de la botica del Hospital Civil elaborado por el encargado de la misma, Juan N. Marín y con el Vo. Bo. de su director, el Dr. Manuel Gómez Portugal Rangel, con fecha 23 de junio de 1899.
             En seguida damos cuenta de algunos de los 50 productos dosimétricos adquiridos para la botica del Hospital Civil a instancias de su progresista director, el Dr. Manuel Gómez Portugal Rangel.

             3 cajas Gránulos dosimétricos de Hyosciamina.
             5 cajas Gránulos dosimétricos de Arseniato de fierro.
             2 cajas Gránulos dosimétricos de Fosfuro de zinc.
             3 cajas Gránulos dosimétricos de Sulfuro de calcio.
             3 cajas Gránulos dosimétricos de Digitalina.
             3 cajas Gránulos dosimétricos de Valerianato de quinina.
             3 cajas Gránulos dosimétricos de Ácido salicílico.
             2 cajas Gránulos dosimétricos de Veratrina.
             2 cajas Gránulos dosimétricos de Ácido tánico.
             2 cajas Gránulos dosimétricos de Benzoato de amoníaco.
             3 cajas Gránulos dosimétricos de Arseniato de estricnina.

             El Dr. Jesús Díaz de León Ávila se ocupó brevemente del tratamiento médico “dosimétrico”, particularmente con el uso de arsenicales para el tratamiento de algunas enfermedades de niños y adultos; son útiles -refiere-, para el tratamiento de la fiebre carbonosa, fiebre tifoidea, fiebre amarilla, difteria, angina crupal, tosferina, escarlatina, sarampión, empleando preparaciones dosimétricas de ácido arsenioso, arseniato de estricnina, arseniato de quinina y arseniato de fierro.6


1 . Natividad Alcon Gargallo y Ma. Carmen Vidal Casero. 1895-1897: La Dosimetría. Revista de Medicina Dosimétrica Catalana. Pp. 9-16. Consultado en internet el 3 de diciembre de 2018 en: https://www.raco.cat/index.php/gimbernat/article/viewFile/43976/53992
2 . Adolphe_Burggraeve. Consultado en internet el 3 de diciembre de 2018 en: https://fr.wikipedia.org/wiki/Adolphe_Burggraeve
3 . La Medicina Científica. No. 8, Tomo I  15 de abril 1888, pp. 113-125.
4 . Fernando Malanco, «La Homeopatía», La Medicina Científica, Tomo I. Entrega 6a., 15 de marzo de 1888.
5 . Rosalina Estrada Urroz. Entre Ricord y Fournier: la polémica, de médicos mexicanos sobre la utilización del mercurio en el tratamiento de la sífilis. Consultado en internet el 3 de diciembre de 2018 en:  https://books.openedition.org/cemca/855.
6 . Jesús Gil Rendón. La obra científica del doctor Jesús Díaz de León. Instituto Cultural de Aguascalientes. Aguascalientes, México 2008. Pp. 206-207.

1 comentario:

  1. Sin duda tienes un gran blog colega, lo compartiré con el Dr. Javier Molina para que tenga una buena lectura

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