Entre la visión presidencial y la nuestra.
Sandra Huller lapresse.ca |
Dr. Xavier A.
López y de la Peña.
En relación al asunto de la
pandemia por el coronavirus COVID-19 que nos afecta, se ha abierto paso a la
mal llamada “nueva normalidad” a partir del 1 de junio, dando luz verde a la
apertura de algunos comercios, industrias y servicios, que fueron considerados como
prioritarios -obvia y principalmente-, bajo la óptica económica.
¡Qué bueno!, aunque claro, no importa que aun
permanezca el país bajo una señalización roja en el citado semáforo sanitario (que
significa que la ocupación hospitalaria es mayor al 65% a nivel nacional o de que
existe un registro de dos semanas de incremento en los casos. Esto obligará a mantener
activas, solamente las labores esenciales, además de la vigencia de las medidas
sanitarias y de distanciamiento social) de la contingencia, lo que indica alta
posibilidad de contagio.
Esto hace que sobreentendamos, por
supuesto y con un gran contrasentido, que con anterioridad estábamos en una
“¿normalidad?”.
El semáforo en rojo, en todo el
país repetimos, indica que estamos todos en un gran riesgo de contagio, es
decir, en una situación epidemiológica catastrófica. Pero no olvidamos las
palabras de nuestro presidente al inicio de la epidemia: Tenemos que atender
el asunto, pero no exagerar, prevenir; estamos preparados.
Nada, ya algunos de nosotros se
desharán del encierro, parcial y obligadamente, pero aun con cubrebocas; aunque
nuestro presidente no haga caso a lo indicado por los especialistas en salud,
diciendo que él, no lo puede hacer porque, imagínense, si yo vengo aquí como
lo sugieren algunos, con un tapabocas.[ii]
Tendremos también que guardar la
distancia interpersonal mínima de 1.5 m. para con nuestros congéneres, en
contra también de la fórmula presidencial que reza: Miren, lo del
coronavirus, eso de que no se puede uno abrazar... ¡hay que abrazarse, no pasa
nada!
Aún, muchos de nosotros no
podremos visitar a la familia y amigos, ni tener reuniones de más de 12
personas. Tendremos que seguir, por nuestra salud y de nuestros congéneres con
el encierro voluntario, a pesar de la particular opinión de nuestro primer
mandatario: Yo soy partidario, pero no es mi opinión lo que determina el
comportamiento que debemos de seguir: son las recomendaciones de los
especialistas. En lo personal yo si he dado la opinión en las reuniones que lo
de los parques se tome en consideración, que la gente salga y que, con la
distancia correspondiente, que puedan salir, porque también es necesario eso,
hace falta, no se puede tanto encierro.[iii]
Los estudiantes no reanudarán
clases quizás hasta agosto venidero; mientras tanto, habrán de seguir
preparándose por vía remota (internet), aunque centenas de miles de estudiantes
no tengan acceso a la red, pero, como también lo dijo la cabeza del ejecutivo: Serenos,
tranquilos, tenemos la capacidad para enfrentar esta situación; tranquilidad,
optimismo y amuletos.
Si hace unos 10 años, en un
reporte global de competitividad se menciona que, en una evaluación entre 144
naciones donde México ocupaba el lugar 100 en calidad educativa; ahora, con la
epidemia y el golpe asestado a la reforma educativa, probablemente
ahora estaríamos en el lugar 140.
Según el INEGI, la población
económicamente activa (PEA) del país, en marzo de este año era de 57 millones
de personas y, para abril, esta cifra cayó a 47 millones de personas. Esto
quiere decir que ¡12 millones de personas en tan sólo un mes están sin
trabajo! Pero no se desanimen, nuevamente interviene el presidente:[iv] Hay quienes quisieran
que nos fuese mal. Los conservadores me echarían la culpa también del
coronavirus.
Entre 38 analistas económicos, el
promedio del pronóstico es una caída de 14.1% del Producto Interno Bruto (PIB)
para el segundo trimestre de 2020 en México, pero las respuestas fluctúan entre
5.27% y 33.0%. Y la realidad es que cualquiera de esos pronósticos puede ser
justificado como factible.[v] Pero, no hay que
preocuparse, dice nuevamente el primer mandatario ...por eso vamos a salir
fortalecidos, o sea, que nos vino esto como anillo al dedo para afianzar el
propósito de la transformación de México.[vi]
Al 7 de junio 2020, nuestro
sistema de salud está saturado y al borde del colapso. Se reportan 19,629 casos
confirmados activos, 117,103 confirmados acumulados, 45,317 personas
sospechosas acumuladas y 13,699 defunciones; los hospitales están al 80% de
su capacidad en la Ciudad de México, 79% en el Estado de México y 64% en el
Estado de Guerrero; más de 20 mil médicos, enfermas y personal hospitalario han
contraído el virus SARS-CoV-2, y 10 mil más tienen síntomas, de acuerdo con la
información presentada por la Secretaría de Salud, lo que constituye un sombrío
recordatorio de que la enfermedad está fuera de control.[vii]
Ya no hablemos de la falta de los
insumos necesarios requeridos para cumplir con su misión, ni de las múltiples y
constantes manifestaciones del personal de salud, por falta de los mismos en
distintos hospitales a lo largo y ancho del territorio nacional.
Debemos continuar afrontando la
pérdida de libertad y la rutina; el aislamiento social; las ideas catastrofistas
que nos pueden generar ciertas ideas equívocas sobre el tema, tanto en la
prensa como en las diversas plataformas digitales; el miedo, la intranquilidad,
la irritabilidad, el mal descanso, la soledad, la depresión y desasosiego
frente a un presente tan avasallador, como ante un futuro que se vislumbra
incierto y muy difícil.
Al ingresar el “desconfinamiento”
anunciado ahora, será necesario asegurar el regreso al trabajo en condiciones
adecuadas, particularmente, de la población joven para minimizar, en lo
posible, la instauración de una generación de confinamiento, ya que las
empresas, ante la crisis económica seguramente no abrirán nuevas fuentes de
trabajo, ni re contratarán a sus ex empleados; además, es posible que
reestructuren sus puesto de trabajo con nuevas labores que subsanen las
pérdidas previas y se reduzcan también los sueldos y salarios.
Para el turismo en México, una de
nuestras principales fuentes de ingreso, si se cancelan del 50% de los viajes
domésticos y el 80% de los que tienen como destino a México, la afectación
sería de 172.9 mil millones de pesos; si se cancela el 75% de los viajes
domésticos y el 80% de los que tienen destino a México, la reducción del
consumo turístico interior y receptivo sería de 239.2 mil millones de pesos; y
el peor escenario, es decir, una reducción de 240 mil millones de pesos en
consumo turístico interior y receptivo, 47 veces el presupuesto del Sector
Turismo federal y 25% mayor al costo de la refinería Dos Bocas.[viii]
De la producción total de mezcal,
el 63.17% se va para exportación con un valor de 5,433 millones de pesos y el
resto, 36.82%, para el consumo nacional con un valor de 5,433 mdp. Hoy, las exportaciones
de mezcal se desplomaron un 80% (4,346 millones de pesos) por pandemia de
coronavirus. Vaya, es posible entonces que tengamos mañana un precio mas bajo
en esta bebida alcohólica (por la sobreoferta), para deleite y solaz de muchos
mexicanos. ¿Será?
Debido a la caída en la economía
en Estados Unidos de América por la pandemia y el incremento de deportaciones
de mexicanos, hará que los envíos (remesas) de dólares a México se contraigan cuando
menos en 7,000 millones de dólares.
Mientras
todo lo anterior ocurre, no puedo dejar de recordar las frases proferidas por nuestro
guía, con su estilo personal de gobernar, a lo largo de esta desgraciada
epidemia:
"En
cuanto a México, siento que no vamos a tener problemas mayores. Ese es mi
pronóstico".
"Detente
enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo", expresión que hizo al
mismo tiempo que contemplaba una imagen religiosa que sacó de su cartera, afirmando
que es "como guardaespaldas contra el coronavirus".
"México
es, después de la India, el país con menos infectados con coronavirus".
"Vamos
bien porque se ha podido domar la epidemia".
"Se
redujo el contagio, se volvió horizontal".
¡Bravo! Entre su gozosa alienación y
nuestra fáctica percepción de los hechos, ni Aldous Huxley lo podría haber
dicho mejor, en este amoroso -aunque epidemiado- mundo feliz.
Y
por favor, sea sensato y razonable, y en la medida de lo posible: #QuédateEnCasa
[i] .
Miguel de Cervantes Saavedra. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Primera parte. Capítulo XVIII, p. 1605.
[ii] .
Eduardo Dina. Del “hay que abrazarse, no pasa nada” a “como anillo al dedo”:
las frases de AMLO sobre el Covid-19. El Universal, 4 de junio de 2020.
Disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/del-hay-que-abrazarse-no-pasa-nada-como-anillo-al-dedo-las-frases-de-amlo-sobre-el-covid-19
[iii]
. Pedro Villa y Caña. El Universal. 8 de junio de 2020. Disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/soy-partidario-de-que-se-abran-los-parques-no-se-puede-tanto-encierro-amlo
[iv] .
Carlos M. Urzúa. El Universal. 8 de junio 2020. Disponible en: https://www.eluniversal.com.mx/opinion/carlos-m-urzua/el-alarmante-numero-de-desempleados
[v] . Edgar
Juárez. Verdadero golpe económico para México por Covid-19 será entre abril y
junio: CIBanco. El Economista. 5 de mayo de 2020. Disponible en internet en: https://www.eleconomista.com.mx/economia/Verdadero-golpe-economico-para-Mexico-por-Covid-19-sera-entre-abril-y-junio-CIBanco-20200505-0084.html
[vi] .
Infobase. Una por una: las frases más polémicas de AMLO sobre el coronavirus. 4
de junio de 2020. Disponible en internet en: https://www.infobae.com/america/mexico/2020/04/30/una-por-una-las-frases-mas-polemicas-de-amlo-sobre-el-coronavirus/
[vii]
. Nacha Cattan. El sistema de salud en México no estaba listo (y sigue sin
estarlo) para enfrentar el COVID-19. El Financiero Bloomberg. 5 de junio 2020.
[viii]
. Entorno turístico. Disponible en: https://www.entornoturistico.com/el-impacto-a-la-actividad-turistica-en-mexico-por-el-covid-19-en-abril/