A vuelo de pájaro.
Acupuntura.
Mirando lo que no tiene forma,
saboreando lo que carece de sabor,
hablando con precisión de lo que es
oscuro,
ellos (los médicos) son semejantes a
los Espíritus.
Su Wen (Canon de medicina interna del Emperador Amarillo).
Dr.
Xavier A. López y de la Peña
En el Libro Anales de primavera
y otoño escrito en el siglo VI antes de Cristo, y cuya autoría
tradicionalmente se le atribuye a Confucio, se relatan sucesos acaecidos
durante el reinado de los doce duques del estado de Lu, del año 722 al 481 a.C.,
y en ellos se hace ya referencia a la práctica de la acupuntura.
Registramos al iniciar este ensayo, algunas
palabras referidas en el Canon Interior de Huangdi nijing del
Emperador Amarillo (elaborado entre el final del periodo de los Reinos
Combatientes (475-221 a.C.) y el período Han temprano (206 a.C.-220 d.C.) que, en
su primer texto llamado el Suwen, mejor conocido como la sección de las Preguntas
básicas, se hace referencia a las bases teóricas de la medicina china y sobre
sus diversos procedimientos diagnósticos.
Con este preámbulo nos preguntamos: ¿Qué
ven entonces?, ¿Qué saborean y de qué hablan los espíritus de los médicos
chinos?
Sábese que su cultura médica china se
desarrolló dentro del pensamiento filosófico y religioso taoísta
impulsado por el filósofo chino Lao Tse (siglo IV a. de C.). Este pensamiento
se fundamenta en la existencia de dos fuerzas opuestas, una pasiva y otra
activa, el Yin y el Yang, de cuyo equilibrio -refieren-, depende
la salud.
La acupuntura, uno de sus
procedimientos terapéuticos como tal, fue inscrita oficialmente por el mitológico
emperador Huang Ti quien, conversando con su ministro Ki Po, da las razones de
su decisión diciendo:
"Yo soy el jefe de un gran pueblo
Responsable
de una multitud de familias
Y que
debería por lo tanto percibir impuestos,
Constato
con aflicción que no percibo nada
Porque mi
pueblo está enfermo.
Quiero
que se cese de administrar remedios
Que
vuelven cada vez más enfermo a mi pueblo.
Quiero
que se abandonen los Pien Cheu (punzones de piedra)
Para no
emplear desde ahora más que agujas de metal.
Que se
pinchan en los Tsing (meridianos)
Para que
actúen sobre el Sueh (sangre) y el Tsri (energía)
Y
restablezcan el buen equilibrio.
Para que
este arte pueda ser transmitido a las generaciones fu es necesario que sus
leyes sean definidas,
Que su
práctica se desarrolle y se extienda sin cesar.
Que no se
la olvide, sobre todo,
Y que
llegue a ser fácil de aplicar.
Hace
falta por lo tanto consignar sus reglas por escrito,
Hace
falta marcar las diferencias
Distinguir
los internos de los externos
Y que
cada una sea expresada claramente
Sin
olvidar las reglas de manipulación de las agujas.
Tal es mi sentimiento”.
[1]
Las agujas utilizadas en la
acupuntura -afirman además algunos teóricos-, hacen la función de antenas; sí,
de vehículos que conectan con el universo.
De hecho, los sabios y antiguos
acupunturistas de la India consideraron al cuerpo humano como un microcosmos y
encontraron en él determinadas zonas o puntos entre los que se cruzaban ciertas
líneas de energía, mismas que recibían la energía del cosmos y que fueron
denominados chakras (ruedas). Estos chakras -se dice-, generan
energía constantemente en rotación que irradia y activa ciertas fuerzas
secundarias que, sin embargo -enfatizan-, no son visibles al ojo humano,
sino que constituyen unas antenas susceptibles de captar las fuerzas vitales
del cosmos y de atraerlas al organismo. Este complejo vital ejerce así una
doble actividad: sirve de matriz para los cambios fisiológicos además de formar
un mecanismo de unión entre los planos no físicos del ser humano y su
estructura física.[2]
Es así que los hindúes manejaban también
los conceptos energéticos tanto positivos como negativos, pero los chinos controlaron
con maestría estas líneas de fuerza nominadas Yang y Yin
respectivamente. En el taoísmo se consideraba al cuerpo como una fuente de
energía que circulaba entre doce líneas de fuerza que, al pincharlo con agujas
en ciertos puntos específicos podía equilibrarse la energía (la enfermedad
pues, era considerada un desequilibrio energético), armonizando al Yang
y al Yin con el cosmos y recuperando con ello la salud.
De esta forma las agujas utilizadas
en la práctica de la acupuntura pueden ser, además, consideradas simbólicamente
como flechas que se hunden en la piel para sacar el mal.
A esta manera de pensar se le conoce
como razonamiento analógico, y consiste en utilizar argumentos que determinan
que dos o más asuntos o cosas tienen una característica en común y de esto se
infiere que es probable que tengan otra característica en común, aunque no se
sepa con certeza si uno de los términos realmente posee dicha propiedad. Es
decir, la conclusión de este tipo de argumentos solo es probable, ya que no
constituye una verdad incuestionable. Este modo de pensar es uno de los métodos
más comunes por los que los seres humanos tratan de entender el mundo y tomar
decisiones. Se razona inductivamente por comprender que algo que es
probable, sea realmente cierto, en lugar de probarlo deductivamente como
una certeza.
Veamos algunos ejemplos de esta
forma de razonamiento analógico:
1)Juan, Carlos y Esteban estudiaron medicina;
Juan y Esteban son buenos médicos; por lo tanto, Carlos debe ser un buen médico.
2) El rojo, el azul y el violeta
combinan con el negro; el rojo y el azul combinan con el blanco; por lo tanto,
el violeta debe combinar con el blanco.[3]
Bajo esta perspectiva y modo de
razonamiento analógico ¿Qué sentido tendría para el médico tradicional chino
demostrar -si así se le solicitara-, que un determinado "esquema
diagnóstico y terapéutico" sui generis como lo es la acupuntura funciona
para una alteración de salud específica, si lo han estado empleando durante
milenios? A él no le preocuparía el hecho de tener que demostrar la existencia
del Chi, (este Chi, sería
un equivalente al Élan vital, una fuerza hipotética causal de la
evolución y desarrollo de los seres vivos que fuera introducida por el filósofo
francés Henri Bergson en
1907 en su libro La evolución creadora), porque éste es su trabajo diario;
él, con su práctica, corrige obstrucciones abriendo y cerrado válvulas
para que pueda fluir libre y correctamente el Chi; lo respira, lo
come, lo siente y lo puede incluso ceder o aplicar en un paciente. Esto es lo
natural para él; mientras que lo curioso, suspicaz y contraproducente para la
medicina occidental es que, en algunos casos funciona (¿placebo?). Cuando él
exhibe este producto de su linaje secular, ¿por qué habría de aceptar la duda
razonable en que se suele basar el criterio de la objetividad en el
razonamiento lógico?
Sin ánimo novedoso, no es ocioso
decir que ciencia se ha hecho siempre, sólo que, con diferentes intensidades y
connotaciones, aunque hoy sea una institución social que influye e impacta en
casi todos los aspectos de la vida de las gentes.
Por ello, se hace entonces
imprescindible para las ciencias la búsqueda de un nuevo camino o paradigma
para enfocar, tal vez empatar y comprender éstas diversas y disímbolas concepciones
de la realidad.
Quizás podría abordarse este
problema desde la llamada Epistemología de la Complejidad,[4] como lo apuntara el
filósofo y sociólogo francés Edgar Morin, quien propone un abordaje
multidisciplinario y multirreferenciado para lograr la construcción del
pensamiento que se desarrolle con un análisis profundo de elementos de certeza.
Esta epistemología de la complejidad
¿Cómo entenderla? Se ha dicho, así de sencillo (si se me permite el exabrupto),
que «la complejidad es una complejidad que es compleja».[5]
Pero la realidad es que ya se
trabaja en ello en el campo médico, como en la Epistemología y la Medicina Compleja
(2005) que señala doctor en filosofía Miguel Ángel Briceño Gil, en la que
expone:
...qué están haciendo algunos
médicos latinoamericanos en torno a la complejidad y su incidencia en las
relaciones interorganísmicas, médico-paciente, mente-cuerpo,
individuo-sociedad-ambiente; para finalmente proponer que, en las actuales
condiciones un avance en el campo de la medicina debe estar signado por la
transdisciplinariedad, en una nueva forma de interacción y producción de
conocimientos y nueva relación con el objeto y su entorno que quisiera designar
-así lo refiere-, como Medicina Compleja.[6]
Pero, a pesar de estos esfuerzos por
comprender y empatar el razonamiento lógico con el analógico en una unidad en
torno a la medicina por medio de la epistemología de la complejidad, recordamos
las palabras que señalara el divulgador y filósofo de la ciencia
estadounidense, Martín Gardner, sobre nuestra realidad sostenida por el razonamiento
analógico:
El embobamiento de la gente con
toda clase de medicinas alternativas no da señales de disminuir. La acupuntura,
la homeopatía, la aromaterapia, los remedios de herbolario, la quelación, la
iridología, el toque terapéutico, la magnetoterapia, la sanación psíquica y
otras cosas parecidas ganan nuevos conversos cada día. Por supuesto, ocurren
tragedias cuando los crédulos pacientes confían exclusivamente en estos
remedios y se niegan a pedir ayuda a la medicina convencional. [7]
Hace 5 años en México (2017) se hizo
una propuesta legislativa para reformar nuestra Ley general de salud, para
incluir en ella y por ende oficializar, una retahíla de medicinas alternativas
o, también llamadas prácticas pseudocientíficas alternativas.
El Proponente tenía como objetivo lo
siguiente: ARTÍCULO ÚNICO. Se adicionan las fracciones VIII y IX al artículo
2o., se reforma la fracción VI Bis del artículo 6o., se adicionan los artículos
77 bis 42, 77 bis 43, 77 bis 44, 77 bis 45, 77 bis 46, 77 bis 47, 77 bis 48, 77
bis 49, 77bis 50, 77 bis 51, 77 bis 52, 77 bis 53, 77 bis 54, 77 bis 55, el
TÍTULOTERCERO Medicina Tradicional Indígena, Complementaria y Alternativa, se
reforma el artículo 93, de la Ley General de Salud, para quedar como sigue:
Artículo 77 bis 51.- Se reconocen
como prácticas complementarias y alternativas originadas desde la medicina
occidental biomédica, las siguientes: A. Diagnósticas: Iridología. B. Energía:
Terapia de Luz, Cromoterapia, Terapia magnética, Ionoterapia, Radiestesia. C. Movimiento
y manipulación del cuerpo: Quiropráctica, Rolfing, Osteopatía, Masoterapia, Kinesiología,
Feldenkrais, Técnica Alexander, Terapia corporal, Terapia cráneo sacra, Terapia
Heder, Enfoque Trager. D. Terapias Químico-Biológicas: Homeopatía, Fitoterapia,
Aromaterapia, Flores de Bach, Microdosis, Quelación, Terapia celular, Terapia
del colon, Proloterapia, Apiterapia. E. Mente-Cuerpo: Nueva medicina Hamer, Zooterapia,
Constelaciones familiares, Entrenamiento autógeno, Bioretroalimentación, Musicoterapia.
Artículo 77 bis 52.- Se reconocen
como prácticas complementarias y alternativas originadas desde el sistema
médico tradicional chino-japonés, las siguientes: A. Nutrición: Dieta china, Macrobiótica.
B. Bencaología: Herbolaria, Animales, Minerales. C. Energía: Reiki. D.
Movimiento: Qi gong, Taichichuan, Wushu, E. Ambiental: I. Feng Shui. F. Calor y
frío: Moxibustión, Agua y barro. G. Agujas: Acupuntura, Ryodoraku, Reflexoterapias,
Auriculoterapia. H. Masajes: Shuatzu japonés, Tuina Chino. I. Emocional: I.
JinShin.
Artículo 77 bis 53.- Se reconocen
como prácticas complementarias y alternativas originadas desde el sistema
ayurvédico de la India, las siguientes: A. Energía: Sanación, Alineación de
chakras, Mantras, Sonidos, Cristaloterapia. B. Mente: Meditación, Respiración. C.
Elementos Naturales: Hidroterapia, Helioterapia, Energía conciencia, Depuración,
Barro. D. Herbolaria: Depurativa, Reconstructiva. E. Alimentación: Dieta
naturista, Dieta depurativa, Vegetarianismo, Destoxificación. F. Ejercicio y
movimiento: Yoga, Hatha, Kundalini, Ashtanga, lyengar, Kriya, Sivananda, Tantra,
Vini. G. Masaje: Depurativo, Cepillado de la piel, Aceites de hierbas, Drenaje
linfático.
Finalmente, como conclusión a esta
propuesta se determinó que: …la regulación que se propone para la “medicina
complementaria o alternativa”, dentro de la Ley General de Salud, es INVIABLE,
pues no cuentan con un sustento científico que garantice que coadyuven con
eficacia, calidad y seguridad en el manejo, tratamiento o rehabilitación de los
pacientes que se someten a estas prácticas; ya que los resultados pueden ser
variables, y en muchos casos significan un riesgo real y potencial para la
salud y la vida de sus usuarios.[8]
Carl Sagan ya lo ha dicho con esta
frase que se le atribuye: Cada esfuerzo por clarificar lo que es ciencia y
de generar entusiasmo popular sobre ella es un beneficio para nuestra
civilización global. Del mismo modo, demostrar la superficialidad de la
superstición, la pseudociencia, el pensamiento “new age” y el fundamentalismo
religioso es un servicio a la civilización...
Para ampliar la información sobre
este tema se recomienda leer los siguientes artículos:
Guillermo Murillo-Godínez. Panaceas,
medicinas alternativas y similares: el auge y triunfo de la pseudociencia
médica. Med Int Méx. 2019 enero-febrero;35(1):113-143.
Miguel Ángel Briceño Gil.
Epistemología y Medicina Compleja. Texto Contexto Enferm 2005 Jul-Set;
14(3):364-72.
Fuentes:
[1] .
Bernardo Lefevre. Historia de la acupuntura china. Tesis doctoral. Universidad
de Madrid. Facultad de Medicina. Madrid, España 2015, p. 148. Consultado en
internet el 20 de diciembre de 2021 en: https://eprints.ucm.es/id/eprint/53629/1/5315021392.pdf
[2] .
Acupuntura. Consultado en internet el 29 de diciembre de 2021 en: https://www.binasss.sa.cr/poblacion/acupuntura.htm
[3] . Fuente:
https://www.ejemplos.co/argumentos-analogicos/#ixzz7JZMdqaB9
[4] .
Abréu Guirado, Orlando A. (2008). ¿Hubo ciencia en la Medicina Tradicional
China? Una mirada desde la epistemología de la complejidad. Humanidades
Médicas, 8(2-3) Recuperado en 26 de diciembre de 2021, de
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-81202008000200002&lng=es&tlng=es.
[5] .
Gestiópolis. Consultado en internet el 26 de diciembre de 2021 en: https://www.gestiopolis.com/espistemologia-de-la-complejidad-edgar-morin/
[6] . Reflexión.
Epistemología y medicina compleja. Texto Contexto Enferm 2005 Jul-Set;
14(3):364-72.
https://doi.org/10.1590/S0104-07072005000300007
[7] .
Gardner M. ¿Tenían ombligo Adán y Eva? La falsedad de la seudociencia al
descubierto. Editorial Debate, S.A., Madrid, 2001:107-117.
[8] .
Gaceta del Senado. MARTES 18 DE ABRIL DE 2017 / GACETA: LXIII/2SPO-122/70289