martes, 1 de febrero de 2022

Razonamiento analógico.

 

A vuelo de pájaro.

Acupuntura.

Mirando lo que no tiene forma,

saboreando lo que carece de sabor,

hablando con precisión de lo que es oscuro,

ellos (los médicos) son semejantes a los Espíritus. 

Su Wen (Canon de medicina interna del Emperador Amarillo).

Dr. Xavier A. López y de la Peña


 

            En el Libro Anales de primavera y otoño escrito en el siglo VI antes de Cristo, y cuya autoría tradicionalmente se le atribuye a Confucio, se relatan sucesos acaecidos durante el reinado de los doce duques del estado de Lu, del año 722 al 481 a.C., y en ellos se hace ya referencia a la práctica de la acupuntura.
            Registramos al iniciar este ensayo, algunas palabras referidas en el Canon Interior de Huangdi nijing del Emperador Amarillo (elaborado entre el final del periodo de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.) y el período Han temprano (206 a.C.-220 d.C.) que, en su primer texto llamado el Suwen, mejor conocido como la sección de las Preguntas básicas, se hace referencia a las bases teóricas de la medicina china y sobre sus diversos procedimientos diagnósticos.
            Con este preámbulo nos preguntamos: ¿Qué ven entonces?, ¿Qué saborean y de qué hablan los espíritus de los médicos chinos?          
            Sábese que su cultura médica china se desarrolló dentro del pensamiento filosófico y religioso taoísta impulsado por el filósofo chino Lao Tse (siglo IV a. de C.). Este pensamiento se fundamenta en la existencia de dos fuerzas opuestas, una pasiva y otra activa, el Yin y el Yang, de cuyo equilibrio -refieren-, depende la salud.
            La acupuntura, uno de sus procedimientos terapéuticos como tal, fue inscrita oficialmente por el mitológico emperador Huang Ti quien, conversando con su ministro Ki Po, da las razones de su decisión diciendo:

            "Yo soy el jefe de un gran pueblo

Responsable de una multitud de familias

Y que debería por lo tanto percibir impuestos,

Constato con aflicción que no percibo nada

Porque mi pueblo está enfermo.

Quiero que se cese de administrar remedios

Que vuelven cada vez más enfermo a mi pueblo.

Quiero que se abandonen los Pien Cheu (punzones de piedra)

Para no emplear desde ahora más que agujas de metal.

Que se pinchan en los Tsing (meridianos)

Para que actúen sobre el Sueh (sangre) y el Tsri (energía)

Y restablezcan el buen equilibrio.

Para que este arte pueda ser transmitido a las generaciones fu es necesario que sus leyes sean definidas,

Que su práctica se desarrolle y se extienda sin cesar.

Que no se la olvide, sobre todo,

Y que llegue a ser fácil de aplicar.

Hace falta por lo tanto consignar sus reglas por escrito,

Hace falta marcar las diferencias

Distinguir los internos de los externos

Y que cada una sea expresada claramente

Sin olvidar las reglas de manipulación de las agujas.

              Tal es mi sentimiento”.[1]

            Las agujas utilizadas en la acupuntura -afirman además algunos teóricos-, hacen la función de antenas; sí, de vehículos que conectan con el universo.
            De hecho, los sabios y antiguos acupunturistas de la India consideraron al cuerpo humano como un microcosmos y encontraron en él determinadas zonas o puntos entre los que se cruzaban ciertas líneas de energía, mismas que recibían la energía del cosmos y que fueron denominados chakras (ruedas). Estos chakras -se dice-, generan energía constantemente en rotación que irradia y activa ciertas fuerzas secundarias que, sin embargo -enfatizan-, no son visibles al ojo humano, sino que constituyen unas antenas susceptibles de captar las fuerzas vitales del cosmos y de atraerlas al organismo. Este complejo vital ejerce así una doble actividad: sirve de matriz para los cambios fisiológicos además de formar un mecanismo de unión entre los planos no físicos del ser humano y su estructura física.[2]
            Es así que los hindúes manejaban también los conceptos energéticos tanto positivos como negativos, pero los chinos controlaron con maestría estas líneas de fuerza nominadas Yang y Yin respectivamente. En el taoísmo se consideraba al cuerpo como una fuente de energía que circulaba entre doce líneas de fuerza que, al pincharlo con agujas en ciertos puntos específicos podía equilibrarse la energía (la enfermedad pues, era considerada un desequilibrio energético), armonizando al Yang y al Yin con el cosmos y recuperando con ello la salud.
            De esta forma las agujas utilizadas en la práctica de la acupuntura pueden ser, además, consideradas simbólicamente como flechas que se hunden en la piel para sacar el mal. 

            A esta manera de pensar se le conoce como razonamiento analógico, y consiste en utilizar argumentos que determinan que dos o más asuntos o cosas tienen una característica en común y de esto se infiere que es probable que tengan otra característica en común, aunque no se sepa con certeza si uno de los términos realmente posee dicha propiedad. Es decir, la conclusión de este tipo de argumentos solo es probable, ya que no constituye una verdad incuestionable. Este modo de pensar es uno de los métodos más comunes por los que los seres humanos tratan de entender el mundo y tomar decisiones. Se razona inductivamente por comprender que algo que es probable, sea realmente cierto, en lugar de probarlo deductivamente como una certeza.

            Veamos algunos ejemplos de esta forma de razonamiento analógico:

            1)Juan, Carlos y Esteban estudiaron medicina; Juan y Esteban son buenos médicos; por lo tanto, Carlos debe ser un buen médico.
            2) El rojo, el azul y el violeta combinan con el negro; el rojo y el azul combinan con el blanco; por lo tanto, el violeta debe combinar con el blanco.[3] 
            Bajo esta perspectiva y modo de razonamiento analógico ¿Qué sentido tendría para el médico tradicional chino demostrar -si así se le solicitara-, que un determinado "esquema diagnóstico y terapéutico" sui generis como lo es la acupuntura funciona para una alteración de salud específica, si lo han estado empleando durante milenios? A él no le preocuparía el hecho de tener que demostrar la existencia del Chi, (este Chi, sería un equivalente al Élan vital, una fuerza hipotética causal de la evolución y desarrollo de los seres vivos que fuera introducida por el filósofo francés Henri Bergson en 1907 en su libro La evolución creadora), porque éste es su trabajo diario; él, con su práctica, corrige obstrucciones abriendo y cerrado válvulas para que pueda fluir libre y correctamente el Chi; lo respira, lo come, lo siente y lo puede incluso ceder o aplicar en un paciente. Esto es lo natural para él; mientras que lo curioso, suspicaz y contraproducente para la medicina occidental es que, en algunos casos funciona (¿placebo?). Cuando él exhibe este producto de su linaje secular, ¿por qué habría de aceptar la duda razonable en que se suele basar el criterio de la objetividad en el razonamiento lógico?
            Sin ánimo novedoso, no es ocioso decir que ciencia se ha hecho siempre, sólo que, con diferentes intensidades y connotaciones, aunque hoy sea una institución social que influye e impacta en casi todos los aspectos de la vida de las gentes. 
            Por ello, se hace entonces imprescindible para las ciencias la búsqueda de un nuevo camino o paradigma para enfocar, tal vez empatar y comprender éstas diversas y disímbolas concepciones de la realidad.
            Quizás podría abordarse este problema desde la llamada Epistemología de la Complejidad,[4] como lo apuntara el filósofo y sociólogo francés Edgar Morin, quien propone un abordaje multidisciplinario y multirreferenciado para lograr la construcción del pensamiento que se desarrolle con un análisis profundo de elementos de certeza.
            Esta epistemología de la complejidad ¿Cómo entenderla? Se ha dicho, así de sencillo (si se me permite el exabrupto), que «la complejidad es una complejidad que es compleja».[5]
            Pero la realidad es que ya se trabaja en ello en el campo médico, como en la Epistemología y la Medicina Compleja (2005) que señala doctor en filosofía Miguel Ángel Briceño Gil, en la que expone:

            ...qué están haciendo algunos médicos latinoamericanos en torno a la complejidad y su incidencia en las relaciones interorganísmicas, médico-paciente, mente-cuerpo, individuo-sociedad-ambiente; para finalmente proponer que, en las actuales condiciones un avance en el campo de la medicina debe estar signado por la transdisciplinariedad, en una nueva forma de interacción y producción de conocimientos y nueva relación con el objeto y su entorno que quisiera designar -así lo refiere-, como Medicina Compleja.[6]

            Pero, a pesar de estos esfuerzos por comprender y empatar el razonamiento lógico con el analógico en una unidad en torno a la medicina por medio de la epistemología de la complejidad, recordamos las palabras que señalara el divulgador y filósofo de la ciencia estadounidense, Martín Gardner, sobre nuestra realidad sostenida por el razonamiento analógico:

            El embobamiento de la gente con toda clase de medicinas alternativas no da señales de disminuir. La acupuntura, la homeopatía, la aromaterapia, los remedios de herbolario, la quelación, la iridología, el toque terapéutico, la magnetoterapia, la sanación psíquica y otras cosas parecidas ganan nuevos conversos cada día. Por supuesto, ocurren tragedias cuando los crédulos pacientes confían exclusivamente en estos remedios y se niegan a pedir ayuda a la medicina convencional. [7]


            Hace 5 años en México (2017) se hizo una propuesta legislativa para reformar nuestra Ley general de salud, para incluir en ella y por ende oficializar, una retahíla de medicinas alternativas o, también llamadas prácticas pseudocientíficas alternativas.
            El Proponente tenía como objetivo lo siguiente: ARTÍCULO ÚNICO. Se adicionan las fracciones VIII y IX al artículo 2o., se reforma la fracción VI Bis del artículo 6o., se adicionan los artículos 77 bis 42, 77 bis 43, 77 bis 44, 77 bis 45, 77 bis 46, 77 bis 47, 77 bis 48, 77 bis 49, 77bis 50, 77 bis 51, 77 bis 52, 77 bis 53, 77 bis 54, 77 bis 55, el TÍTULOTERCERO Medicina Tradicional Indígena, Complementaria y Alternativa, se reforma el artículo 93, de la Ley General de Salud, para quedar como sigue:

            Artículo 77 bis 51.- Se reconocen como prácticas complementarias y alternativas originadas desde la medicina occidental biomédica, las siguientes: A. Diagnósticas: Iridología. B. Energía: Terapia de Luz, Cromoterapia, Terapia magnética, Ionoterapia, Radiestesia. C. Movimiento y manipulación del cuerpo: Quiropráctica, Rolfing, Osteopatía, Masoterapia, Kinesiología, Feldenkrais, Técnica Alexander, Terapia corporal, Terapia cráneo sacra, Terapia Heder, Enfoque Trager. D. Terapias Químico-Biológicas: Homeopatía, Fitoterapia, Aromaterapia, Flores de Bach, Microdosis, Quelación, Terapia celular, Terapia del colon, Proloterapia, Apiterapia. E. Mente-Cuerpo: Nueva medicina Hamer, Zooterapia, Constelaciones familiares, Entrenamiento autógeno, Bioretroalimentación, Musicoterapia.

            Artículo 77 bis 52.- Se reconocen como prácticas complementarias y alternativas originadas desde el sistema médico tradicional chino-japonés, las siguientes: A. Nutrición: Dieta china, Macrobiótica. B. Bencaología: Herbolaria, Animales, Minerales. C. Energía: Reiki. D. Movimiento: Qi gong, Taichichuan, Wushu, E. Ambiental: I. Feng Shui. F. Calor y frío: Moxibustión, Agua y barro. G. Agujas: Acupuntura, Ryodoraku, Reflexoterapias, Auriculoterapia. H. Masajes: Shuatzu japonés, Tuina Chino. I. Emocional: I. JinShin.

            Artículo 77 bis 53.- Se reconocen como prácticas complementarias y alternativas originadas desde el sistema ayurvédico de la India, las siguientes: A. Energía: Sanación, Alineación de chakras, Mantras, Sonidos, Cristaloterapia. B. Mente: Meditación, Respiración. C. Elementos Naturales: Hidroterapia, Helioterapia, Energía conciencia, Depuración, Barro. D. Herbolaria: Depurativa, Reconstructiva. E. Alimentación: Dieta naturista, Dieta depurativa, Vegetarianismo, Destoxificación. F. Ejercicio y movimiento: Yoga, Hatha, Kundalini, Ashtanga, lyengar, Kriya, Sivananda, Tantra, Vini. G. Masaje: Depurativo, Cepillado de la piel, Aceites de hierbas, Drenaje linfático.

 

            Finalmente, como conclusión a esta propuesta se determinó que: …la regulación que se propone para la “medicina complementaria o alternativa”, dentro de la Ley General de Salud, es INVIABLE, pues no cuentan con un sustento científico que garantice que coadyuven con eficacia, calidad y seguridad en el manejo, tratamiento o rehabilitación de los pacientes que se someten a estas prácticas; ya que los resultados pueden ser variables, y en muchos casos significan un riesgo real y potencial para la salud y la vida de sus usuarios.[8] 
            Carl Sagan ya lo ha dicho con esta frase que se le atribuye: Cada esfuerzo por clarificar lo que es ciencia y de generar entusiasmo popular sobre ella es un beneficio para nuestra civilización global. Del mismo modo, demostrar la superficialidad de la superstición, la pseudociencia, el pensamiento “new age” y el fundamentalismo religioso es un servicio a la civilización...

            Para ampliar la información sobre este tema se recomienda leer los siguientes artículos:

            Guillermo Murillo-Godínez. Panaceas, medicinas alternativas y similares: el auge y triunfo de la pseudociencia médica. Med Int Méx. 2019 enero-febrero;35(1):113-143.

           Miguel Ángel Briceño Gil. Epistemología y Medicina Compleja. Texto Contexto Enferm 2005 Jul-Set; 14(3):364-72. 

Fuentes:


[1] . Bernardo Lefevre. Historia de la acupuntura china. Tesis doctoral. Universidad de Madrid. Facultad de Medicina. Madrid, España 2015, p. 148. Consultado en internet el 20 de diciembre de 2021 en: https://eprints.ucm.es/id/eprint/53629/1/5315021392.pdf
[2] . Acupuntura. Consultado en internet el 29 de diciembre de 2021 en: https://www.binasss.sa.cr/poblacion/acupuntura.htm
[3] . Fuente: https://www.ejemplos.co/argumentos-analogicos/#ixzz7JZMdqaB9
[4] . Abréu Guirado, Orlando A. (2008). ¿Hubo ciencia en la Medicina Tradicional China? Una mirada desde la epistemología de la complejidad. Humanidades Médicas, 8(2-3) Recuperado en 26 de diciembre de 2021, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-81202008000200002&lng=es&tlng=es.
[5] . Gestiópolis. Consultado en internet el 26 de diciembre de 2021 en: https://www.gestiopolis.com/espistemologia-de-la-complejidad-edgar-morin/
[6] . Reflexión. Epistemología y medicina compleja. Texto Contexto Enferm 2005 Jul-Set; 14(3):364-72.  https://doi.org/10.1590/S0104-07072005000300007  
[7] . Gardner M. ¿Tenían ombligo Adán y Eva? La falsedad de la seudociencia al descubierto. Editorial Debate, S.A., Madrid, 2001:107-117.
[8] . Gaceta del Senado. MARTES 18 DE ABRIL DE 2017 / GACETA: LXIII/2SPO-122/70289

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